Señor Camilo Jiménez,
Mi nombre es Victoria Tobar, tengo 20 años, soy estudiante de Comunicación Social con énfasis Audiovisual de la Universidad Javeriana, y leí su emotiva carta de renuncia. Quiero decirle que no encontré un sólo error de sintaxis, ortografía o cohesión. De antemano me disculpo con usted y todos los que lean esta carta, en respuesta a la suya, porque seguramente aquí sí encontrarán un par. Sin embargo, lo que sí encontré en su declaración -o cualquiera que sea el género al que pertenece su texto- fue una serie de inconsistencias en los motivos que sustentan su renuncia.
En primera instancia -y haciendo referencia al segundo párrafo- me parece que su argumento, básicamente, es que sus estudiantes deberían saber escribir un resumen decente porque vienen de familias bien, comen bien, y estudiaron en colegios bien. En ese orden de ideas, si bien entiendo, tomar aguadepanela, comer huevito con arroz, tener un papá carpintero o celador, y no haber salido nunca del país, son condiciones de la existencia que atrofian el cerebro, la capacidad de análisis y la actitud crítica. Pero bueno, ese ni siquiera es el punto. Lo importante, y lo que quiero decirle, es que su declaración es sumamente injusta. Es una extensa -y en varios puntos desacertada- crítica de la disposición actual de los estudiantes hacia el aprendizaje. Porque le recuerdo, señor Jiménez, que a eso vamos nosotros a la universidad; a aprender. Y si lo tiene claro -supongo que lo ha oído decir en múltiples ocasiones-, no entiendo entonces su noción de ser profesor, y mucho menos su concepto de enseñar, porque lo que veo en su columna es que usted sería feliz con un salón lleno de gente experta, sin falencias en aquello que producen, con una capacidad de análisis y redacción tan perfecta como la suya, de manera que su tarea se pueda limitar a leer y calificar genios.
Después de una crítica sobre la disposición de sus estudiantes (que cada vez iba pareciendo más una crítica a sus capacidades, y por ende tomando un tono algo ofensivo, como aquel que refleja esa frase “ no pudieron pasar del resumen”), pasa usted a considerar la posibilidad de que el problema sea usted, y no ellos, cosa que me parece por lo demás muy sensata y válida. Lo que si no lo es, es la actitud que toma usted ante tal consideración. Unas afirmaciones que transpiran sarcasmo, y que se encargan de lavar sus manos de cualquier indicio de culpa. Creo que usted y todos nosotros tenemos claro que las presentaciones en PowerPoint y las películas-resumen no son la mejor herramienta de aprendizaje. Sin embargo, hay algo que no entiendo. Usted critica, principalmente, la actitud adormilada de sus estudiantes, su ausencia absoluta de espíritu crítico y, en consecuencia, sus largos e incómodos silencios durante sus clases. Ahora le pregunto, ¿cree usted que un resumen es el mayor fomento del espíritu inquieto y crítico? Cuando un gran profesor de cine, que tuve hace un par de semestres, me explicó lo que era el neorrealismo italiano, no tuve espacio para la duda. Si el decía que era eso, pues yo confiaba en que eso era. Ahora, lo que hice con el concepto que el introdujo, abrió infinitos escenarios de duda y debate. Señor Jimenez, humildemente le sugiero, si lo que usted quiere es dar una clase en la que la crítica, la duda y el debate sean los protagonistas, que su eje transversal no sea saber hacer un resumen. ¿Qué le puedo preguntar a un resumen? No con esto quiero decir que no sea fundamental para un editor escribir bien y manejar la economía de medios y demás, pero creo que sus críticas deberían ser un poco más coherentes con el tipo de contenidos que usted ofrece en su clase.
Si usted se queja de que ya no hay estudiantes con un espíritu curioso y crítico, yo me quejo de que no tengo profesores que siembren en mí la duda y las ganas de saber. Por que si hay algo que creo firmemente, es que las ganas de aprender por parte de un estudiante reside, en gran medida, en las ganas del profesor de que sus estudiantes aprendan. El semestre pasado, un profesor de apenas 27 o 28 años, hizo que yo entendiera a Felix Guattari, cuando para mí -antes de tener la fortuna de ver esa clase- el deseo sólo era interesante si se entendía como las ganas de follarse al prójimo. Y no sólo yo pude hacerlo. También lo hicieron otros estudiantes, cuyos énfasis variaban desde periodismo deportivo a la comunicación organizacional, tan desacreditadas por los “grandes” investigadores y académicos. Todos, inclusive ellos, quisieron entender, y el profesor no descansó hasta que lo lográramos. Si sus estudiantes, al entrar a su clase, no sabían hacer un resumen, su meta como profesor era enseñárselo.
Volviendo a su carta, considero una falencia de su parte creer que el único conocimiento válido es el que reside en los libros. Porque señor Jiménez, esa es la premisa que está detrás de toda su exposición. Entiendo que esa pueda ser su visión como editor, y que cuando usted tenía la edad de sus estudiantes esa fuera la única, pero déjeme contarle que hay otras formas, y son igualmente válidas. En ese sentido, creo también que su afirmación según la cual las ideas solo pueden nacer del silencio y la instrospección es debatible. Si bien algunas de mis ideas y preguntas -no sólo académicas, sino tambien sobre la vida- surgen desde ese estado de soledad, muchas otras surgen desde la interacción; con otras personas y otros puntos de vista. La época en la que vivimos permite que esas personas y esos puntos de vista se manifiesten por medios diferentes de la palabra, y no es una desgracia; es una suerte. Hay blogs de arte, de música, de fotografía, de política, de diseño, de lo que usted quiera. Y allí mismo, alguien, en cualquier lugar del mundo, ha condensado una forma de ver la vida. Esta carta es una prueba de ello. Es una idea, que si bien se materializó en la palabra, surgió de uno de esos medios que usted tanto critica; Twitter. Si no fuera por ese medio, tal vez nunca habría tenido noticia de la polémica que su carta desencadenado, y en ese sentido, esta carta, sin importar la validez de su contenido, es un argumento en su contra, al igual que todas las respuestas a favor y en contra que ha recibido hasta ahora por su carta de renuncia. Creer que los nuevos medios sólo sirven para que los jovencitos hablen mierda es, como mínimo, ingenuo.
Hice un conteo similar al que usted hizo con sus estudiantes. He cursado un total de 29 materias, y nunca he repetido profesor. De esos 29 profesores, 3 me han enseñado algo, lo que sea, y uno ha hecho el esfuerzo. 25 profesores han pasado por mi vida desapercibidamente. ¿25 estudiantes no le dieron la talla? Bueno, a mi 25 profesores no me han dado la talla, y a mi no me pagan; yo pago. Se que no es su culpa que nosotros los estudiantes no denunciemos este tipo de cosas. Este es un intento por empezar a hacerlo, como ustedes, profesores, diariamente lo hacen.
Ahora, entiendo que se haya cansado de su oficio. Nadie está obligado a permanecer en un lugar donde no quiere estar. Lo que me parece injusto, es que la culpa (porque sí, señor Jimenez, hay culpables en su texto y es claro) sea de sus estudiantes, que “no pudieron” con usted. Humildemente, creo que su cansancio radica, más bien, en que para usted la docencia es eso; un oficio. Ser profesor requiere de una vocacion inmensa, tan grande quizás como la de un médico. Lo invito, señor Jiménez, con todo el respeto que se merece, a que considere la posibilidad de usted se haya ido por que se dió cuenta, quizás muy en el fondo, de que enseñar no es lo suyo.
En esta carta no le pido que vuelva. La verdad, agradezco la sensatez que reside en el hecho de haberse ido. Me imagino que a usted no le gustan los médicos que, durante la consulta, no lo miran a los ojos. A mí no me gustan los profesores que no pueden asumir la responsabilidad de enseñar. Al igual que usted, termino esta carta con un incómodo nudo en la garganta.
Victoria Tobar.
Excelente.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarClaro, hay pros y contras con respecto a las redes sociales pero es muy injusto, como bien lo dice Victoria, juzgar de manera general el uso de éstas y además decir que por ellas los estudiantes no tenemos capacidad crítica frente a cualquier asunto. Lo que si es verídico es que estas redes sociales alimentan la mala ortografía imponiendo modas como abreviaciones de palabras que en realidad no existen. Yo estudio Licenciatura en Lenguas Modernas en la Javeriana y me parece que las redes sociales si llegan afectar sintaxis, ortografía y/o cohesión pero no por ello considero que sean la causa de la pasividad de los estudiantes frente a las clases. Por otro lado, me inclino por la teoría de Victoria según la cuál a Camilo Jimenez le quedó grande ser profesor, aunque habría que ver en sí el objetivo de esa clase porque si ésta no busca enseñarle a los alumnos a resumir pues el argumento de que se cansó que sus estudiantes no supieran resumir sería en cierto sentido válido.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en la mayoría del texto, pero creo que te equivocas en la respuesta al argumento de porque alguien que come mejor debería hacer mejor las cosas, creo que el señor Camilo Jimenez solo esta remarcando que las personas a quienes enseña han tenido mas posibilidades, y por tanto, menos excusas para no hacer algo con calidad (lo de la calidad, que es bueno y que no, es otra discusión) lo otro es que comer mal si limita las posibilidades, si disminuye las potencias, y lo digo, con mucha tristeza yo, que crecí con aguapanela y arroz con huevo. Un saludo
ResponderEliminarHay dos argumentos que están trancando esta discusión y nos están haciendo quedar mal a todos:
ResponderEliminarDe los estudiantes: "Yo no nací aprendido y si no aprendo es SU culpa, para eso estoy pagando."
De los profesores: "La mediocridad y la apatía son comunes a los muchachos que vienen de "buena familia".
Las cosas van mucho más allá, mucho.
Totalmente de acuerdo, en algunos apartados de la carta de este profesor se ve más como un resentido social que realmente un profesor preocupado por la educación de la humanidad.
ResponderEliminarY que viva el debate, excelente respuesta Victoria
ResponderEliminarTienes razón en muchas cosas. Peor si algo destaco de lo que dice @bocasdeceniza es que los estudiantes de ahora sí son más mediocres. Lo digo yo que soy estudiante y que también he tenido la posibilidad de hacer las veces de docente y evaluar el desempeño de universitarios. Los intereses de los estudiantes ahora son otros, a muchos no les interesa aprender porque para ellos la vida es otra cosa diferente, porque para ellos, lo que simplemente no les gusta o los llena del todo, es un completo bodrio que no merece ser por lo menos visto. De hecho, a todos nos ha pasado eso.
ResponderEliminarObvio, hay muchas personas que no son como acabo de decir y ellas sí van a las aulas deseosas de aprender algo, pero ellas son otro cuento.
Buena respuesta Victoria, en términos generales expresa lo que muchos estudiantes de Comunicación Social de la Javeriana sentimos al leer el texto del ex profesor. No olvidemos que sí hay estudiantes mediocres, que sí hay gente desinteresada, que sí falta la autocrítica, es más, la crítica hacia la vida pero, ¿No es interesante ver la respuesta del estudiantado frente a la "carta de renuncia"? ¿Cuántos estudiantes se han manifestado frente a ésta? Resulta paradójico ver que estos estudiantes de comunicación social de la Javeriana que "no pudieron escribir el resumen de una obra en un párrafo atildado" hayan respondido con algo mejor que un resumen. Respondieron con cartas argumentativas contestarias, comentarios críticos y PARRAFOS con sentido, creando polémica y debate. Y sí, todo esto a través de las redes sociales que tanto sataniza (seguro viendo videos en youtube, oyendo música en grooveshark y chismoseando en Facebook) en donde el multitasking (habilidad que seguramente usted no desarrolló por fumar tanta bareta y chupar tanto Nectar) son las nuevas herramientas de la sociedad de la información en donde el que no se adapta desaparece. Al parecer usted optó por esa opción.
ResponderEliminarATT:
David Tobón Tobón
Estudiante de Comunicación Social - Publicidad 5to semestre
Pontificia Universidad Javeriana
Honradamente creo que Victoria, quien tiene mucho de razón, pertenece a ese 10% que no anda por la vida, ni por la universidad, pavoneándose, buscando novio, sino con un genuino deseo de aprender y si se da lo otro pues chévere, también es válido.
ResponderEliminarEn lo personal me parece que ambos tienen mucho de razón y la vida tiene de todo un poco. El gran problema son los porcentajes.
En la misma universidad Javeriana, de la que tengo un título en ingeniería, un profesor, de mecánica de rocas, nos hacía leer unos "papers", muy ténicos y largos. 20, 30, o más páginas.
Siempre la tarea fue resumirlo en una sola cuartilla.
Debo decir que ha sido una de las mejores lecciones que he recibido.
Si no se aprende a resumir, a sintetizar, a editar, difícilmente se puede refinar el tiempo que es el oro de la vida.
Poco me acuerdo de la mecánica de rocas.
El arte de la síntesis y las buenas maneras literarias siempre serán bienvenidas en internet, en los libros, en los medios de comunicación y en todo lo demás de la vida.
Chévere por Verónica. Y por Camilo. Nos pusieron a pensar. A escribir. A opinar.
Y de los demás qué.
"Dos golondrinas no hacen verano".
Sin ser absolutamente excluyente, porque, reitero, hay de todo, tanto en profesores, como remarca Verónica, como en estudiantes, tal senala Camilo, mucha mediocridad, digamos, en términos porcentuales.
Ese es el problema.
Se podría resumir: "Las cosas tiene tanto de largo como de ancho". El grave problema, como quedó expresado, es que "dos golondrinas no hacen verano".
ResponderEliminarYo no creo que la universidad sea el lugar para aprender a escribir un párrafo. Y si es verdad lo que dice Camilo entonces no tiene mucho sentido pedirle a sus estudiantes que hagan algo más crítico o profundo si ni siquiera son capaces de hacer un resúmen.
ResponderEliminarTambién parece que muchos no supieron leer la carta. Algunos eligieron interpretar maliciosamente el comentario del milo y la aguapanela, otros se quedaron con la idea de que el tipo es un cavernícola que no se supo adaptar y otros simplemente eligieron creer que Camilo es un mal profesor. Yo no sé que tan cierto sea lo último pero de lo que si estoy seguro es de que hay muchísimos otros profesores como él, que no renuncian a la cátedra con un post en un blog, pero que piensan lo mismo.
PARTE 1:
ResponderEliminarBueno acabo de leer la carta y no la encuentro satisfactoria. Creo que le queda muy bien el rótulo de "indignado", apropiado por lo demás con el titulo y propósito del blog. Mi problema con los “indignados”, y en particular con la reprobación moral que bajo sus apreciaciones “políticamente correctas” (sobre todo en el segundo párrafo), indignados por la injusticia que comete el profesor en su columna con los “menos favorecidos”, le hacen un giño de aprobación a una realidad injusta. ¿Por qué? Sencillo, porque quedarse en la condena exclusivamente moral del hecho los lleva a desconocer el sentido de aquello que condenan, en este caso como la acción de los factores culturales influye en la desigualdad en la educación universitaria algo que Bourdieu denuncia al mostrarnos la perversa unión entre la cultura de la academia aparentemente "universal" y la cultura de las clases altas.
No quisiera llevar a un reduccionismo absurdo el decir que “cómo es rico debe saber más que el pobre” pero si quiero señalar la desigualdad cultural a la que se enfrenta una persona pobre en comparación a las personas de las clases dominantes imbuidas en un capital simbólico/cultural, al que han podido acceder gracias a su posición ventajosa dentro de la estructura social. Pero como todo ejercicio de dominación nunca se mostrará como tal sino que se esconderá bajo narrativas que hacen énfasis en su carácter “universal”, “desinteresado”, “científico” nunca “ideológico” y siempre “apolítico”. Así, las desigualdades sociales propias de esta desigual adquisición y apropiación del conocimiento no son mostradas como tales sino que aparecen como diferencias naturales –“dones”- (propios de la genialidad individual de estos estudiantes "dotados") y de esta forma son reconocidas por las personas ubicadas en estratos inferiores del espacio social como “legitimas”.
Parte 2:
ResponderEliminarEn el caso de la educación Bourdieu nos muestra como difiriendo por completo en un conjunto de predisposiciones y pre-saberes que deben a su medio, los estudiantes sólo son iguales formalmente a la hora de la adquisición de la cultura académica, esta diferencia la podemos ver por ejemplo en la forma como los profesores catalogan a sus estudiantes de acuerdo a su posesión de capital cultural, entre el alumno “brillante” y el alumno “clavado”; entre el que tiene un conocimiento libre, ecléctico, de vanguardia vs., aquel que posee un conocimiento casi que enciclopédico, propio de quien se ha puesto en la tarea de un estudio juicioso de un capital cultural al que en apariencia todos tenemos acceso. ¿No resulta de esto una desigualdad ante este juego de privilegiados al que todos deben entrar pues se les presenta repleto de los valores de la universalidad?
El reconocer este hecho no lo justifica, en cambio el quedarnos en una condena que no vaya más allá de los umbrales de la moral nos impide ver las desigualdades estructurales a las que desde el inicio se enfrentan aquellos que no han estado imbuidos en este tipo de capital simbólico y cultural que presupone la academia. Más allá de un reconocimiento formal y cívico de la “igualdad de condiciones” lo que debemos realizar es un reconocimiento sustancial para evidenciar la desigualdad de condiciones a las que en efecto nos enfrentamos y las que no hacen más que agigantarse en las instituciones educativas. Debemos ir más allá de la ideología del genio romántico para ver que, como estudiantes de este tipo de instituciones “elite” gozamos de ciertas ventajas estructurales que explican nuestra “genialidad”, mostrándonos los peligros de legitimar desigualdades estructurales convirtiéndolo en talento individual.
Y esto es sólo un punto hay otros puntos problemáticos que con otros compañeros hemos discutido que se pueden traslucir de su carta como la instrumentalización de la educación de la que usted termina siendo complice...como esa expresión de: "Bueno, a mi 25 profesores no me han dado la talla, y a mi no me pagan; yo pago".
ResponderEliminarEn general la carta es un desacertado ataque frente al punto del profesor de que faltaba potencia crítica en nuestro estudiantado. No estoy diciendo que este de acuerdo 100% con la carta del profesor, pero su carta realmente no logra desmontar el punto que el profesor ha planteado.
Saludos.
Alejandra Figueroa.
Pd: Hay que ir más allá de sentimentalismo indignados y tomarse en serio los puntos que el profesor propone. Habrá puntos en los que no tiene razón, pero hay otros que si y esto, como estudiantes que somos deberiamos asumirlos y pensar que nos dice esto de la forma como está estructurado nuestro mundo. Más allá de nuestros orgullos heridos e indignados debemos analizar el sentido de aquello que nos quiere decir el profesor, nuevamente ir más allá de espurias condenas que se quedan netamente en el plano moral y que con ello más que cambiar dicho panorama injusto ante el cual se indignan, lo termina por reificar.
Pd2: La única forma en la que podemos combatir una realidad injusta es reconociéndola.
Pd3: Siento la extensión de mi comentario.
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ResponderEliminarApoyo 100% los últimos 3 párrafos de Victoria, además, los estudiantes afrontan la corriente que desprestigia a la comunicación y hoy las cosas se complican; quienes tienen en sus manos fomentar su disiplina, utilizan los medios para propagar la indignación del logro que ellos mismos no han podido alcanzar, posiblemente porque el fondo no exista. Pocos pueden ser profesores y si a la universidad le sobran personas desmotivadas y peor aún desmotivantes, sin convicción, permisivos con la mediocridad, sin la habilidad de crear conocimiento JUNTO CON sus estudiantes, sin la habilidad de transmitir sus mensajes y sin entender a sus estudiantes, a nadie le dan ganas de estudiar. Sin embargo, yo, al igual que muchos estudiantes de comunicación, sigo firme escuchando, participando pero ante todo creciendo en compañía y esperando que a los próximos comunicadores, inherentemente ligados la web, como el resto de sus contemporaneos, sí los guíen los que deben ser y como debe ser. En gran medida creo que los estudiantes respondemos en los mismos término en los que actúan los profesores y si ahora no son ellos fieles y responsables con sus clases ¿entonces quien?
ResponderEliminarYo estudié filosofía en la Universidad Javeriana. Me encantó el rigor académico y fue una dicha para mí tener de tutor al querido profesor ya fallecido, Jaime Rubio Angulo. La filosofía me ayudó a ordenar las ideas para poderlas expresar de manera escrita. Con todo, también me ayudó en habilidades comunicativas: escritura de artículos periodísticos, escritura en mi propio blog, tareas de edición, etc.
ResponderEliminarCreo que el punto central está en algo que manifiesta el prof. Camilo: “Lo que han perdido los nativos digitales es la capacidad de concentración, de introspección, de silencio”. Pero por otro lado, yo quedo admirado al ver las habilidades comunicativo-visuales de las nuevas generaciones. Yo me estoy aproximando a dicha “gramática” visual por medio de la fotografía y el vídeo, pero estoy lejos de adquirir las habilidades casi naturales que tienen los jóvenes en el área visual.
Lo anterior me hace pensar que en este mundo digital, la escritura ya no es vocación de todos los comunicadores. No pocos jóvenes se acercan a la comunicación no por el arduo entrenamiento que requiere escribir bien, sino más bien por las luces y sonidos que ofrecen las nuevas tecnologías visuales, y hasta por la posible “fama” de ser un(a) ser presentador(a) de un programa. ¿A quién culpar de esto? Ciertamente, la culpa no es únicamente de los jóvenes...
No estoy deacuerdo. La educación básica secundaria pública o privada en Colombia no está aportando gente con capacidades para comunicarse en español de forma oral o escrita. Cuando Jimenez habla de las condiciones sociales y materiales de los estudiantes de la Javeriana, lo hace para enfatizar que el problema atraviesa a toda la población. Ahora, no me parece responsable decir que el mundo digital evolucionó y tenemos que resignarnos al uso inpropio del lenguage. Como aporte a la discusión, les comparto este articulo: http://www.booz.com/media/uploads/Rise_Of_Generation_C.pdf
ResponderEliminarEl Tiempo debería publicar esta carta, al fin y al cabo fue el foro elegido por Camilo Jiménez para manifestar su frustración. Es lamentable que este debate no se hubiera llevado a cabo en la propia academia.
ResponderEliminarEfectivamente tu carta tiene errores, y no pocos; sin embargo lo importante es que demuestras que sí sabes escribir. Si pudiste escribir esta extensa carta ¿Por qué no escribiste, junto con tus compañeros, un resumen y se hubieran ahorrado tremendo chicharrón?
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ResponderEliminarNo sólo pasa en la Javeriana. Los Andes está lleno de profesores por el estilo del tal Camilo Jimenez, que se creen unos gurús de su oficio, y que cuando no logran despertar el más mínimo interés en los estudiantes, y se dan cuenta que sus esquemas de incentivos negativos no dan resultado, abusan de su nombre, títulos y posición para hacer ver a los estudiantes como los "vagos" que no quieren hacer nada.
ResponderEliminarFELIX, el país está como está por culpa de gente como usted, facilista y criticona. Victoria por lo menos se tomó el trabajo de mostrar su inconformidad de forma inteligente, Usted no conoce las circunstancias del momento en el que ella debía hacer el resumen, y por lo tanto no debería hacer esa clase de "juicios" al respecto.
La mayoría de estudiantes desconocen que el sistema de créditos académicos propone el aprendizaje autónomo centrado en el estudiante y no en el docente. Pero nuestra conformidad no da para más. Que sea el docente el que me haga interesar por el conocimiento. Por eso pago. Por eso me matriculo en una Universidad. Abajo las exigencias académicas.
ResponderEliminarAdemás desconoce la señorita Tobar, que todos los factores socioculturales SI inciden en el rendimiento de los estudiantes. Nunca será lo mismo comparar dos estudiantes de diferentes estratos socioculturales. Lo que obliga a aquellos afortunados, a tener un mejor desempeño.
La queja generalizada es que estos jóvenes, viniendo de donde vienen, teniendo lo que tienen, con las mejores oportunidades, la mejor educación, y lleguen a la U, ni con lo mínimo.
Yo hacia mejores resúmenes en décimo y once, que los que ve uno en estudiantes de semestres superiores. Ese es el malestar en la educación.
Victoria, aunque no estoy de acuerdo con varios de los argumentos que planteas (y no voy a entrar a discutirlos en este momento), me parece que hay cosas acertadas e inteligentes en tu carta. Soy editor de una revista y me gustaría conversar contigo sobre éste y, ojalá, otros temas. Si te interesa escríbeme a angelunfried@elmalpensante.com
ResponderEliminarInteresante discusión. He leído ambas cartas y ha sido divertido ver, oir y sentir como cada autor defiende su punto de vista. Válido y bienvenido. De esto, no me gusta como se tiende a destruir valor por defender una posición sin medir el impacto que esas palabras puedan tener en el entorno. Dicho de otra manera: es muy fácil juzgar sobre lo que los demás hacen o dicen. El punto está en cómo debemos hacer para relacionarnos de una mejor manera? Cómo defendemos nuestro punto de vista sin dañar el de los demás?
ResponderEliminarPor un lado, estoy de acuerdo con que existe un grupo de docentes que se creen con derecho a destruir valor solo por el hecho mismo de ser docentes. Exigen resultados sin ser capaces de mostrar en ellos mismos, lo que se puede lograr. Sin enseñar con el ejemplo sino disparando anclas negativas que pretenden mantener asustado y aterrorizado al estudiante. Asumiendo una posición de poder que nunca han tenido porque la relacion docente-alumno no debe ser vista, oida y vivida como una posición de jefe-subordinado sino como una llave de construcción de conocimiento donde tanto el uno como el otro tiene la misma capacidad de contribuir.
Seguimos viviendo en una “realidad” que aparentemente no va a cambiar: los docentes que argumentan que sus estudiantes están mal preparados y los alumnos que dicen que no tienen buenos profesores.
Desde que tengo uso de razón esa frase ha estado en boca de ambos bandos. Quién tiene la razón?
Actualmente si he visto una característica muy presente y que puede estar disparando toda esta discusión: Colombia no tiene una planta docente lo suficientemente adaptada a esta generación llamada de los nativos digitales y que, en lugar de reconocer su ignorancia al respecto, pretenden que los estudiantes aprendan de la misma manera como ellos aprendieron, como si fuera la única que existiera. Claro, del otro lado de la monerda, al estudiante, ser nativo digital, se le volvió la mejor excusa para permanecer en su zona de confort.
Es hora de replantearse las maneras como se está transfiriendo el conocimiento en plena era digital.
...porque seguramente aquí sí encontrarán un par.
ResponderEliminarO más.
"Por que si hay algo...", ese "porque" va unido.
"Todos, inclusive ellos, ...", "inclusive" debiera reservarse para una relación y referido al último término. Aquí sería más correcto "Todos, incluidos ellos".
Bailan varias tildes, algunas en el apellido "Jiménez", puntuación y otras cosas. Pero bueno, la composición en general está bien, aunque se trasluce demasiado que lo has escrito "en caliente".
Eso ha sido un error. La vehemencia es buena, pero es mucho más efectiva cuando se expresa con estilo. Hubiera sido más inteligente dejar reposar el texto inicial y esperar a que el corazon enlentezca, y luego ponerse a la tarea de pulirlo.
También en los comentarios he encontrado varios errores, bastantes. Eso me alerta, más aún tratándose, como parece, de universitarios que cursan Lengua, Comunicación y disciplinas afines.
Supongo que, de igual forma, es en parte fruto del teclear rápido e irreflexivo en este cuadrito de mierda (yo hago trampa: escribo esto en un bloc de notas y luego lo pego).
Chicos, de acuerdo, domináis las tecnologías y las redes, sóis mucho más rápidos y directos que los que os precedieron, el mundo cambia a vuestro favor. Pero no renunciéis al don de la palabra correcta; sería como cargar vuestro fusil de futuro con balas de gelatina, que dan en el blanco pero no hacen daño.
Totalmente de acuerdo... Que buena forma de expresar el desacuerdo; con argumentos
ResponderEliminarExcelente texto que, seguro, no serían capaz de escribir la mayoría de estudiantes de Comunicación Social en la actualidad. Todo culpa del mal sistema educativo que nos cobija. No es un problema de estudiantes o profesores, es un problema de estructura.Y que no compete solo al campo del periodismo, sino a todas las disciplinas.
ResponderEliminarAriel, creo, sin conocerte, que no eres más interesante y formado que Camilo Jiménez; creo que no tienes más experiencia que él. Por individuos como tú, que justificas la mediocridad en las aulas, es que los buenos profesores terminan mamados de luchar contra la corriente...
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ResponderEliminarEsta respuesta es una comprobación fehaciente de lo expuesto por el Profesor Jimenez en su ya famosa carta : Mal podrían sus estudiantes elaborar un resumen, que era todo lo que pedía, cuando ni siquiera han desarrollado sus capacidades en la comprensión de lectura. La niña del artículo no interpreta correctamente las quejas del profesor, o las intrepreta sesgadamente y las evade con una especie de diatriba vengativa. Decir que el hijo del celador tiene las mismas posibilidades de aprendizaje (Banda ancha, dos o mas idiomas, viajes al extranjero, vecinos cosmopólitas, etc.) es, por lo menos, de una utopía pseudo-humanista paralizante. El profesor fué muy claro y específico en sus apreciaciones como para responder con esta sarta de reclamos infantiles. La Universidad no es solo un lugar para el aprendizaje estático de conocimientos, ("tres profesores me han enseñado algo... y uno ha hecho el esfuerzo), sino también un sitio para desarrollar las habilidades críticas e investigativas y las aptitudes que nos llevarán al correcto y exitoso ejercicio de la profesión que hayamos elegido.
ResponderEliminarHay una cuestión que me tiene anonadado de todo el asunto. Está bien que en un colegio, donde se supone uno está porque "le toca", los profesores tengan que esforzarse por interesar al menos mínimamente a alumnos que no tienen un interés particular por la materia. ¿Pero en una universidad? Digo, uno estudia (si estudia) una carrera porque es lo que le interesa; entonces, ¿por qué un profesor tiene que motivar a sus alumnos? ¿No se supone que la motivación es que la materia hace parte (fundamental, supongo; dudo que redacción, lectoescritura o como se llamase la materia del profesor Jiménez fuera una electiva -y si lo fuese, peor aún, porque los estudiantes mismos fueron quienes la inscribieron teniendo más oferta-) del pensum de una carrera que ellos mismos eligieron?
ResponderEliminarCreo que estudiantes como Victoria enorguellecen a Camilo o a cualquier otro profesor. Pero, lastimosamente, ella es una minoría.Si la mayoría tuvieran capacidad de crítica y análisis como ella, Camilo no se cansaría de enseñar. No se puede pedir un salón de alumnos expertos, pero sí interesados y motivados.
ResponderEliminarVictoria:
ResponderEliminarClaramente estas indignada y claramente tu si sabes redactar un texto en español. También fui profesor y no de literarura, ni de periodismo, de computación. Y me encontré con la misma situación del profesor que renunció: desinteres total, problemas de redacción "SUJETO VERBO PREDICADO", ausentismo, pereza... Yo renuncie por lo mismo, no me interesaba el dinero y quitarle tiempo a mi familia para darselo a un grupo de jóvenes a los que solo les interesaba la nota no me pareció sensato. Algunos de ellos, que si se interesaron en las materias que dicte, terminaron siendo empleados mios (tengo una empresa) o los recomende para empresas grandes. A los otros, a algunos les ha ido bien y a otros no tan bien. Si te pones en los zapatos del profesor que renunció te darás cuenta de: 1. Critica que los alumnos tienen deficiencias de redacción ( 3 o 4 de bachillerato) 2. Deficiencias de Ortografía ( 1 o 2 de bachillerato) 3. No pueden hacer un resumen (2 de bachillerato) 4. Renunció por lo tanto no vive de dar clase y lo hace por hobbie, es decir que si tiene vocación de maestro. 5. Redactó un memorial de agravios por lo tanto le interesa el futuro de sus alumnos y del pais. También debes hacer un exámen de consciencia, si has tenido 29 clases y en solo 3 has aprendido algo entonces vas a fracasar profesionalmente porque tienes un deficit del 89% de lo que debes saber de tu carrera. Otros profesionales con deficits menores 10% a 15% se quedaran con los mejores empleos o serán tus futuros jefes y serás una persona indignada porque ganas muy poco o porque estas desempleada. Piensalo. Yo de la universidad no recuerdo una materia en la que no haya aprendido algo, aun teniendo profesores pesimos.
Victoria, acabo de leer la carta de Camilo Jiménez y debo decirte que entiendo tu molestia pero estoy en desacuerdo contigo, creo que su blanco principal es la constatación del hecho de que algo no anda bien en la educación básica. Ese es el meollo de la cuestión, y si el nivel académico es pobre en jóvenes que tienen ciertos privilegios y comodidades, qué se puede esperar de los menos favorecidos, de los que están al márgen del capital simbólico/cultural del que hace referencia alguien en un comentario. Pienso que la carta de este señor debería sembrar ciertas alertas, colocarnos a pensar, a reflexionar, no hay que estar de acuerdo con él pero, evidentemente, algo anda mal. ¡Qué viva el debate! Pd: Lo de ser nativos digitales es otro tema, es cierto que las prioridades de ahora no son las de hace veinte años y que las herramientas digitales te dan un plus que Jiménez debría considerar, en ese punto suena como alguien melancólico borracho de nostalgia que dice:''todo tiempo pasado fue mejor''
ResponderEliminarLos dos puntos de vista son excelentes, yo no estudie Comunicación Social ni nada parecido, pero lo que si veo en los estudiantes de hoy en dia es que solo van a la Universidad por el diploma, no porque realmente quieran aprender de algo con pasión...El profesor tiene razón, las personas que tienen todas las oportunidades en la vida son las que mas las desaprovechan, ahora Victoria si sientes que no has aprendido nada de veintitantos profesores que has tenido es porque tu intelecto o tus ganas de aprender no son las mejores y como dijiste tu eres la que paga, y es mucho decir ya que esa universidad es bastante costosa...
ResponderEliminarVictoria, soy docente y estuve en el medio editorial durante un buen tiempo; conozco varias personas del énfasis editorial de la Javeriana y la verdad no están preparados para escribir un párrafo, corregir un libro y mucho menos ser profesionales competentes. Esto es un problema grave, pues el señor Jiménez tiene razón en cuanto al futuro de la edición. Pero creo que la cosa va más allá, el problema de la ausencia de coherencia y cohesión en un párrafo se transmite a la divulgación de conocimiento, al futuro de la academia, los investigadores, etc. Lo que se debe poner en tela de juicio es la capacidad que tiene el docente para llevar a sus estudiantes, no a escribir un resumen como él quiere que lo escriban, sino a ser conscientes de su misión como profesionales. El debate debe empezar por tener presentes que nuestra generación es de inmigrantes digitales y las de ustedes de nativos digitales; es decir, alguien tiene que ceder.
ResponderEliminarToda carta, por lo general, tiene respuesta ¡Genial que la del 'profe' la tenga! Por otro lado, creo que "la práctica hace al maestro", y esta frase aplica para la escritura como para el desarrollo de cualquier otra habilidad. Aún no he conocido el primero en esta profesión, Comunicador Social y Periodista, que haya nacido aprendido, y que escriba perfecto, cada uno vive su proceso; unos lo viven más lento que otros. Los que no lo viven se dan por vencidos, esa es la realidad. Aunque los estudiantes de esa carrera sí deberían tener el rigor que se requiere en la escritura y en general en lo que hacen, pues su herramienta es la palabra, bien sea oral o escrita. Y hay que admitirlo, escriben mejor que el promedio, que ahora ni sabe lo que ‘excrive’. Sin embargo, creo que es más triste ver a un docente darse por vencido… ¿cómo se puede perder la fe en las generaciones venideras? Aprender a escribir bien toma años, y años de experiencia; y eso no se lo enseña un profesor a sus alumnos, pues aquél enseña sólo las bases de la escritura. Qué interesante que estas cartas se estén convirtiendo en motivo para el debate público, son actos para poner a pensar a la gente, ¡por fin!
ResponderEliminarCreo que Victoria parte de una falsa premisa... La expondré con un ejemplo: Un profesor de estadística, para lograr su objetivo, requiere que todos, absolutamente todos sus alumnos tengan las bases mínimas de aritmética y matemáticas para poder digerir la cátedra. De no ser así, el profesor deberá bajar su nivel a la altura de los más ignorantes, y aquí pierden los avanzados, o... renunciar!
ResponderEliminarPor otro lado, soy un investigador en diferentes campos de la ciencia y, aunque mi primer acercamiento a algo que me causa curiosidad es por google, generalmente me encuentro conque lo que consigo es, de lejos, supercial, descorazonadoramente superficial. Y es que internet es eso, un inmenso mar de información incompleta. Si realmente queremos profundizar en algo hay que acudir a los libros y eso no lo puede desconocer nadie ni tampoco negar. Internet es un basto mar de información insulsa, abreviada, recortada (no resumida), que se presta para hacerles creer a los facilistas que alcanzaron la iluminación. Es cierto que es un buen punto de partida, rápido y amplio, pero definitivamente superficial.
ResponderEliminarMe parece que el gran acierto de la carta de re nuncia de Camilo Jiménez es que logró ponernos a discutir acerca de la calidad de la educación en Colombia. Los estudiantes pasan muchos años en el colegio, se supone que lo mínimo que deben hacer es desarrollar habilidades en lectura y en escritura. ¿Por qué estan llegando los estudiantes mal preparados a la universidad? Más allá de culparnos mutuamente, estudiantes y profesores debemos analizar lo que está sucediendo con el sistema educativo.
ResponderEliminarMuchos colegios se ven forzados a aplicar modelos de calidad que son prestados de las grandes empresas. En esos modelos se le da prioridad a completar formatos y reportes. A veces, el tiempo que los profesores deberíamos emplear en preparar nuestras clases, en explorar nuevas didácticas y recursos se nos va llenando los mencionados formatos.
Por otro lado,se habla del uso adeacuado de las tecnologías de información (TIC) en los salones de clase. Se les pide a los profesores que se capaciten, que aprendan a usar las TIC y que las incorporen a sus clases. Las TIC son una herramienta, pero no son una varita mágica que pueda compensar la falta de objetivos claros, los programas atiborrados de conceptos, la falta de tiempo real para centrarse en el desarrollo de habilidades de los estudiantes.
Ojalá en vez de caer en el juego de detectar culpables y de acusarnos mutuamente de apatía, este debate sirva para encontrar estrategias qe permitan mejorar la calidad de la educación en todos los niveles.
Creo -si entiendo a Camilo Jímenez- es que se cumplió lo que él quería, y era hacer que ellos escribieran! NO les parece bonito que comiencen estudiantes de él a escribirle, explicarle y refutarle ciertos argumentos? No creen que Camilo, más allá de su decepción, debería estar feliz, porque al menos ve en unos estudiantes ese pensamiento crítico que veía perdido y olvidado? Me parece que la carta, al ser pública, tenía ese doble sentido... desatar el imaginario del pueblo estudiantil y ponerlos realmente a criticar, reflexionar, satirizar, analizar y resumir un texto escrito. No se necesitó del copiar y pegar de Internet como lo mostraba en su carta el periodista Pardo, y sí más bien, se necesitó de escribir lo que te dice tu razón y tu corazón! A veces uno hace cosas en la vida porque pensamos en renunciar al no cumplir con el objetivo y terminamos realizándolo como diría el chavo del ocho "sin querer queriendo"... Ahora Camilo debe estar tomando atenta nota de estos escritos por sus estudiantes y reflexionando que, tal ves, si hay camino por recorrer y trabajar!
ResponderEliminarAmbas partes deben ceder. No puede polarizarse este debate. La solución está en el punto medio ente estudiantes y profesores; partes que no se excluyen, sino que se necesitan y complementan.
ResponderEliminarHola Victoria, leí tu carta y aunque no estoy de acuerdo con algunos puntos, me queda una sensación, un 'fresquito' si se quiere. Porque demuestras que hay estudiantes que sí escriben, y que sí pueden argumentar con la seriedad que este tema amerita. No como las cartas bárbaras que me he encontrado recientemente en medios de prestigio. Felicitaciones.
ResponderEliminarY pensar que algunas estudiantes de la Javeriana (Cali) me pagan por hacerles sus "trabajitos".
ResponderEliminarEl profesor tiene razón en cuanto a la ausencia de sentido critico; pero así mismo Victoria le recuerda que ese es el desafío de todo docente.
La carta de Victoria Tobar demuestra el punto de Camilo Jiménez.
ResponderEliminarSoy profesora universitaria y aunque respeto profundamente la decisión del profesor Jiménez, eso demuestra que la docencia es una profesión que va más allá de trasmitir contenidos o que es una opción mientras consigo la que realmente quiero, otros lo llamarían “escampadero”. Ser maestro es más que ostentar títulos o publicaciones, es ayudar a otros en la construcción de un proyecto de vida y crecer juntos, es poner la especialidad y la ciencia al alcance de nuestros estudiantes. Por ello, la carta de Victoria más que llevarnos a tomar posición, para mí, es una oportunidad de reflexionar, tanto estudiantes como profesores para que cada uno desde nuestra posición, nos asumamos responsablemente del rol que nos corresponde y de este modo, no buscar culpables. ¡He aquí otra oportunidad de aprender!
ResponderEliminarHola Camila. Me encantó tu crítica frente a este profesor. Sigue así.
ResponderEliminarMe gustó tu crítica, y me parece muy bueno que alguien se haya dignado a responderle a ese profesor.
ResponderEliminarComo estudiante de comunicación social y periodismo considero MUY importante que la gente de nuestra carrera se indigne frente a lo que se cada día en las aulas, pero también considero MUY importante, que si se van a decir las cosas, se digan bien: revisa la ortografía de tu texto porque de nada valen las críticas si no se saben expresar bien las ideas.
Como diría un profesor que tuve el semestre pasado: no es publicable.
Victoria Tobar: Tienes un mar de conceptos encontrados con un centímetro de profundidad! Deberías haber esperado a que la sangre bajara de tu cabeza para ser más sensata en tus opiniones. Una característica adicional de la inmadurez.
ResponderEliminarDefinitivamente los alumnos de este profesor son muy brutos, que tal esta
ResponderEliminarSi bien muchos de los argumentos que usted presenta no carecen de verdad, no son en realidad respuesta al texto del profesor Jiménez, porque esos elementos que a usted tanto le indignan no están verdaderamente presentes allí, son simplemente producto de una lectura superficial y muy poco crítica.
ResponderEliminarTe felicito por tu carta. A diferencia de muchos comentaristas acá presentes, me parece que tu iniciativa es adecuada. ¿Que tiene errores ortográficos? ¿Que es incoherente y para nada académica? ¡Y qué más da! ¡No te quedaste callada!
ResponderEliminarUna parte de los problemas actuales en nuestra sociedad es nuestra tendencia a no expresar nuestra inconformidad, por lo que tu carta resulta ser una iniciativa refrescante... Y bueno, honestamente no creo que haga falta citar a algún académico de gran renombre para decir esto, ¿o sí?
En fin, me ha gustado lo que has escrito. ¡Sigue adelante con tu blog!
Soy docente de Economia en La Sabana, soy joven (28) y creo que uno como docente debe motivar al estudiante para influir en su formación, ser creativo, buscar los ejemplos correctos, hacer una clase dinámica, no se si el Profesor Jimenez tiene estas características. Ahora bien, por experiencia propia si debo decir que hay muchos estudiantes mediocres, no todos, pero si hay algunos que por mucho que uno se esfuerce en motivarlos y hacer una clase divertida y dinámica no les importa ni cinco, estudian como por inercia, como por decirle a los papas que están haciendo algo, lo tienen todo en la vida y saben que no deben luchar por tener algo porque ya lo tienen y entonces así es muy difícil también, el argumento del Profesor Jimenez es valido, hay mucho estudiante (no todos) que vienen de los estratos mas altos y los mejores colegios y van a la U por vida social y por poder mostrar un diploma, a nada mas van... y claro, no traen buenas bases tampoco del colegio, en Economia es especialmente visible por que hay matematicas, hay unos estudiantes muy destacados, con buenas bases y que se preocupan por aprender, hay otros con bajo nivel pero que se esfuerzan por aprender y eso a uno lo motiva, pero tambien hay otros a los que definitivamente les vale cinco y esos son los que creo irritan a Jimenez (y a mi)... entonces? que hacemos? deberían las universidades evaluar las motivaciones de un alumno antes de admitirlo? es un tema complejo, creo que la raíz radica en que muchos jóvenes estudian sin saber realmente lo que quieren en la vida, no le ponen pasión al aprendizaje y cuando las cosas se hacen sin pasión los resultados nunca son buenos
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo con el profesor Jiménez en muchas cosas, soy de Universidad pública, donde la mayoría de personas somos de estrato 2 y 3, y por mi experiencia personal puedo asegurar que la gran mayoría de estudiantes somos mediocres, el silencio reina en las aulas de clases, las preguntas son escasas, la opinión aún más. El argumento del profesor sobre la aguadepanela y el huevo me parece válido, los colegios distritales son pésimos, muchos vienen de familias en las que nadie ha pasado por una Universidad, mucho aún no saben qué es tener internet en sus casas, eso para mí es una desventaja notoria. En cuanto a los profesores, es verdad que también la mayoría son mediocres, pero no debe ser una excusa para que nosotros los estudiantes seamos mezquinos. Yo sí creo que tantas herramientas tecnológicas nos están volviendo zombies, estoy de acuerdo con Victoria en que pueden ser muy útiles, pero sé por experiencia que casi todos usan las redes sociales, blogs y etc. en cosas superficiales.
ResponderEliminarMe parece que esta respuesta está escrita con más rabia que razón.
No me parece y no estoy de acuerdo con la estudiante, ya que el profesor expresa su punto de vista de otra manera, la cual ustedes aun no pueden comprender. Se supone que el esta trabajando con GENTE adulta, MADURA y capaz de razonar lo suficiente, como para no saber redactar un texto como el lo pide y mas siendo con un tiempo anticipado. Tiene justa razón de estar abrumado el profesor Jiménez con los estudiantes, ya que nos encontramos en la era de la tecnología, el supuesto siglo XXI, donde avanza la globalización y así mismo la MEDIOCRIDAD. El busca y trata de crear personas para el futuro, capaces de desenvolverse en cualquier situación dada. Estoy muy de acuerdo con el profesor Jiménez y me parece demasiado justa su carta de renuncia. Estamos es hablando de personas que supuestamente lo tienen "todo" y pueden tener un "mejor" futuro que las personas que fueron criadas con aguapanela y arroz con huevo. Personas que tienen mas apoyo de la casa, económico y educativo, deberían de aprovechar estas oportunidades y dejarse de quejar tanto y sacar excusa para todos. Que pasa, estamos aprendiendo y es valido que los profesores quieran exigir mucho mas. Bastante arrogante e inepto que no de la talla del profesor y supuestamente ya sabían lo que querían estudiar. Si eso es saber querer estudiar, entonces que no es saber querer estudiar? Que estamos educando?
ResponderEliminarMocosa mal hablada hubieras escrito para la prueba como estas escribiendo ahora tu profesor probablemente no habría renunciado.
ResponderEliminarEstoy seguro que el profesor lo único que espera de ustedes es que lleven un proceso para que se puedan sentir profesionales, es que no ha entendido que la universidad no se trata de hacer el mayor gasto de nalga por hora, se hace con la critica que haces acá, se hace no quedándose quieto, que hiciste con las 25 materias que tenían profesores que no te llenaron, las repetiste, estudiaste por tu cuenta, no verdad la comodidad de la nota era suficiente, el profe ya sabe, los que tienen que aprender son ustedes y eso depende es de ustedes no del profesor
ResponderEliminarVictoria Tobar, me gusta su respuesta, imprime en ella razón y emoción, algo inherente a todo acto humano, al igual que el Maestro Camilo Jiménez... el problema, que no dudo de su existencia está más halla de lo evidente en cada texto y su contexto. El pundonor personal y ajeno es manejado por un "estado" de cosas que nos obliga a revisar que tipo de sociedad habitamos... "UNA SOCIEDAD DESORIENTADA HACE LO ÚNICO QUE PUEDE HACER EDUCAR A SUS JÓVENES EN LA DESORIENTACIÓN"
ResponderEliminarInteresante polémica. Por lo visto, la carta de Camilo Jiménez tiene al menos el mérito de haber inducido a la reflexión a algunos, o haber creado el contexto para incitarlos a expresarse. Como muchos acá arriba han apuntado, el problema es complejo y no creo que sea insinuando ahora que el Prof. Jiménez es un "cobarde" o un "mal maestro" (lo que a todas luces me parece no sólo injusto, sino risible) que las cosas van a quedar resueltas. La amena carta de renuncia que él publicó plantea una serie de problemas de fondo que son reales no sólo en Colombia, sino en el mundo entero, en la medida en que cada vez más las instituciones privadas de enseñanza de la escuela primaria y secundaria funcionan como una empresa y bajan los estándares de enseñanza. En tal contexto, las universidades se van convirtiendo en proveedoras de servicios y vendedoras de mercancías denominadas "Títulos Académicos". Para lo cual, inevitablemente, transforman el saber y el conocimiento en una simple capacitación más o menos técnica destinada a satisfacer las necesidades y la lógica de los mercados. Y como algunos de los instrumentos para hacer funcionar los mercados son el márketing y lo que el filósofo francés Guy Debord incluyó bajo el término "la sociedad del espectáculo", entonces, la clientela estudiantil, así como las autoridades administrativas, lo que principalmente esperan o exigen de los profesores no es tanto que estimulen la curiosidad tecnológica y científica de los alumnos, que les enseñen a pensar y a problematizar el mundo en el que viven, que los inciten a profundizar en el por qué y en el para qué de las cosas,sino, ante todo,que no sean demasiado exigentes, que les transmitan "lo mínimo necesario" y, sobre todas las cosas, que sean amenos y sepan distraerlos para que no se aburran. En fin, sobre esto podríamos discutir durante horas. Yo he sido profesor de psicología durante tres años en la USACA de Cali y estuve confrontado al mismo problema. En algunas clases hice dinámicas de grupo, organicé talleres, dramatizaciones, y hasta sesiones de magia (pues soy mago aficionado, además de psicólogo). Imposible romper la apatía de una gran mayoría. Lo único que a buen número de esos alumnos los motivaba era ir a rumbear, pero resultaba obvio que no podíamos organizar los cursos en un bailadero. Aquí en Guatemala, donde trabajé también varios años como profesor en diferentes universidades, los exámenes que se hacen de admisión para entrar a la universidad arrojan este resultado escalofriante (consecuencia de la deficiente formación primaria y secundaria que es consecuencia a su vez de la situación global del país): 82 porciento de los bachilleres no están en capacidad de entender lo que leen y 84 porciento no tienen una comprensión matemática suficiente. En tales circunstancias, ¿qué hay de extraño que a uno le den ganas a veces de tirar la toalla? Y se requiere de una gran dosis de lucidez, de coraje y de honestidad para hacerlo. Y si muchos profesores no lo hacen, es porque simplemente no pueden, o porque no se atreven. Así que desde esta tierra centroamericana, vaya para el profesor Camilo Jiménez toda mi comprensión y mi simpatía.
ResponderEliminarProfesor Jiménez, le invito a que visite mi Galería de letras. Un abrazo Víctoria.
ResponderEliminarHola Victoria, soy también editor (ahora trabajo como jefe comercial de la editorial de la Universidad de los Andes) y amigo de Camilo hace algunos años. Me pareció muy atinada tu respuesta. Creo que lo importante de que Camilo haya publicado esto es que nos puso a todos a pensar sobre el tema, y hay mucho de razón en ambas partes. A mí me parece que ustedes son una generación muy bacana, con gente floja, como en todas las generaciones, pero ojalá nosotros en nuestra época (tengo poco más de treinta años) hubiéramos tenido las pelotas para defender la educación como ustedes lo acaban de hacer hace poco más de un mes en este país. De eso tienen que estar orgullosos y nosotros no podemos olvidarlo.
ResponderEliminarJajajaja que ires y venires de opinion y debate de tanto estudiante que sale a la calle y no tiene nada que hacer sino precisamente eso criticar y todavian dicen que este dichoso profesor no motiva el debate y la duda ??? que divertido es esto de las redes sociales ajajajajajajajaj y que no hay estudiantes criticos ??? si este mismo profe lo sabe que si los hay lo que pasa es que se enfrascan en discuciones ilusas. Por favor apreciados estudiantes investiguen de verdad temas que merecen ser traidos a la realidad de la historia colombiana como testimonios judiciales del proceso de justicia y paz, reparación y reconciliación de la memoria colectiva que han dejado nuestro politicos deshonestos, paramilitarismo, guerrilla, procesos empezados no terminados, etc, etc, que seria una lista muy apreciable de considerar y crear la duda que este profesor sí quiere en sus estudiantes, que en si tiene mucha razón cuando dice que hay estudiantes conformistas con el conocimiento adquirido en el aula, cuando precisamente esto es lo que él quiere en su clase.
ResponderEliminaryo creo que hay varias cosas en las que te equivocas, es claro que en este país donde la mayoría de la gente crece con arroz, papa, huevos, etc, tiene una limitación teniendo en cuenta que la educación de los colegios públicos es detestable, y lo puedo decir empíricamente ya que me gradué de una institución privada, pero vengo trabajando con colegios públicos desde un tiempo atrás, por lo tanto se puede exigir a una persona que ha tenido una buena calidad de vida, que de mas academicamente, por que discriminatoriamente a recibido mejor educación, que una persona de aguadepanela, arroz y huevo, que tiene una limitación por la calidad de educación que ha recibido. Por otro lado si el problema es o no el del saber hacer un resumen hay que tener claro que no es deber del maestro llenar los vacíos que pueda tener un Estudiante de su linea académica pasada, el maestro no puede dedicarse a trabajar lo que uno como Estudiante tubo que haber aprendido anteriormente, si es así entonces podríamos llegar a centrarnos en el problema que hay en la educación de que un Estudiante pase y pase materias y sostenga un buen promedio, pero que en su momento no sepa sostener todas las materias que ha cursado, así que cual es el papel de este Estudiante, donde su cuadro comparativo tendrá un numero elevado de materias y promedio, pero lo importante lo tangencial que es el aprendizaje es algo mediocre y de baja calidad. En cuanto al maestro esta en su vocación mantener una clase dinámica, incitar a la duda y a la critica que hacen parte de los fundamentos de la educación, no se puede crecer academicamente si no se es critico y se mantiene la duda. Hay que ser claros y sostener que el maestro no tiene verdad innata y que el Estudiante tiene la capacidad de enseñarle a educar, el maestro tiene que entender que el Estudiante puede construir la clase de mano con el, y predomine un espacio donde se comparta el conocimiento de una parte con la otra...
ResponderEliminarQue respuesta tan estúpida. Creo que en los primeros párrafos, Camilo Jimenez deja claro que lo imperdonable es que estudiantes incluso de octavo semestre no sean capaces de hacer un resumen; que jóvenes con todos los recursos disponibles no se preocupen, ni siquiera, por preguntar aquello que ignoran. Que patética forma de rebatir argumentos Victoria. Ciertamente usted aprendió a redactar pero no a leer.
ResponderEliminarEl problema radica en la capacidad de esfuerzo, en la del profesor para enseñar a una generación que procesa distinto, ni mejor ni peor simplemente distinto; y en la de los estudiantes para aprender por interés, por convicción y no por obligación.
ResponderEliminarMe parece muy interesante la respuesta de Victoria Tobar a la carta del profesor Jiménez. Pienso que en distintos momentos ambos tienen razón en lo que exponen. El profesor se queja de la falta de interés y espíritu crítico que manifiestan sus estudiantes, de lo cual es síntoma el que estén permanentemente conectados a las redes sociales, enviándose textos etc en clase. Y la estudiante responde que un resumen no fomenta el espíritu crítico. Pero todo tiene un comienzo. No se le puede pedir a alguien que haga una elaboración creativa sobre un texto sin primero aprender a entenderlo, y para eso el resumen es clave. La habilidad de resumir puee parecer simple y aburrida, pero es indispensable para cualquiera que pretenda escribir algo de valor. El argumento del "multi-tasking" es una falacia también, como lo han probado varios estudios psicológicos. No es realmente posible hacer bien tantas cosas a la vez. Sobre todo no si las cosas que se tratan de hacer simultáneamente involucran un cierto grado de dificultad. El silencio y la introspección siguen siendo hábitos válidos y necesarios, tal vez hoy más que nunca, cuando son tan escasos. Por otro lado, la falta de oportunidades de alimentación, salud, estimulación temprana, en resumen, la pobreza sí es un factor que dificulta el aprendizaje y constituye una barrera grave al ascenso social. Eso lo ve un ciego. No es simplemente resentimiento social el anotar ese hecho. Finalmente, el profesor sí necesita replantear sus estrategias pedagógicas y su motivación como docente, pero nadie puede obligar a otro a que aprenda. Si los estudiantes no ponen de su parte, nadie va a meterles el conocimiento en la cabeza, porque simplemente lo rechazarán.
ResponderEliminarCon razón Renunció
ResponderEliminarEsta es pura respuesta de “ardida” que no entendió bien lo que quiso decir el ex-profesor en su declaración.
1. en la parte de “no haber salido nunca del país, son condiciones de la existencia que atrofian el cerebro” supongo que el profesor se refería a que los estudiantes de esta universidad cuentan con más herramientas que los estudiantes que ni siquiera tienen internet en sus casas. El ser pobre o no, no tiene nada que ver con el aprendizaje, aunque tener más herramientas hace el camino un poco más fácil.
2. “Cuando un gran profesor de cine, que tuve hace un par de semestres, me explicó lo que era el neorrealismo italiano, no tuve espacio para la duda. Si el decía que era eso, pues yo confiaba en que eso era.”
También supongo que a esto se refería el profesor cuando dijo lo del espíritu crítico. Ud es comunicadora por favor, entonces si alguien le dice cualquier cosa ud se lo va a creer solo porque lo dijo un profesor. Aquí hay una pregunta que tiene que hacer constantemente a si misma ¿Por Qué?
3.” no tengo profesores que siembren en mí la duda y las ganas de saber”
Esas no son las responsabilidades de un docente, la persona que quiera aprender eventualmente va a aprender, un profesor no enseña a leer, enseña a que critiquen lo que leen. Si los estudiantes no tienen la sed de conocimiento es muy difícil intentar enseñar.
El Profesor no da respuestas, los está educando, para que uds mismos las encuentren. En el mundo real no da respuestas tampoco.
Gente: pues este hombre los movió, CREO QUE LOGRÓ SU COMETIDO...
ResponderEliminarLas cosas son bastante más simples:
ResponderEliminarLos estudiantes TIENEN que tener un conocimiento previo para poder recibir lecciones sobre ciertos temas. ¿Te voy a enseñar a derivar? Tienes que saberte el algebra de bachillerato ¿Quieres aprender a utilizar aplicaciones informáticas vinculadas a las nuevas tecnologías de la comunicación? TIENES que conocer la informática básica de usuario (copiar y pegar archivos, comprimir y descomprimir, utilizar un procesador de palabras con cierta destreza, reconocer las distintas extensiones de archivo, saber lo que es un browser o navegador, los más simples atajos de teclado, saber lo que es un disco duro compartido en red, etc).
No voy a releer lo que escribió el profesor Jiménez, pero la situación es esa: Los estudiantes NO TIENEN LOS CONOCIMIENTOS MÍNIMOS INDISPENSABLES para que se les enseñe el programa de la carrera universitaria.
Eso es lo que al final del día hace que los profesores renuncien. Las explicaciones y teorías que ofrece Jiménez, sobre las razones por las cuales esta situación es la que es, pueden ser muchas y de diversa índole pero son anecdóticas, la realidad es que no todo el que está en la universidad debería estarlo. No solo porque no va a sacar el provecho necesario sino porque va a entorpecer el proceso de aprendizaje de sus compañeros.
La apatía también es una realidad. Entre un 5 y un 10% de los estudiantes se entusiasma con la materia, investiga, busca darle una vuelta de tuerca al conocimiento que se le da, y en lugar de frustrarse y enfadarse con el profesor, aprecia los retos que se le ponen y se siente satisfecho cuando logra conquistarlos. El 90% no hace eso porque no sabe, no le interesa o ambas cosas. Y de eso es de lo que nos cansamos Victoria, de ese 90% que semestre tras semestre nos hace perder el tiempo porque NO DEBERÍA ESTAR AHÍ.
¡Qué casualidad!, además, que de ese 10% por el cual uno va a dar clase aún, el 90% es el mismo en materias de corte tan distinto como Informática, en Historia y en Mercadeo. ¿Es que es el profesor Jiménez el que no los motiva? ¿Es que soy yo el que no los motiva? ¿Es que somos nosotros los que tenemos que revisarnos para que en lugar de entusiasmar al 10%, entusiasmemos al 90%???
Rotundamente NO. No me interesan en lo más mínimo los que van a reírse en la parte de atrás del salón y a hablar por teléfono, no me interesan en lo más mínimo los que siempre se deshacen en excusas sobre por qué no entregaron tal o cual trabajo, no me interesan en lo más mínimo los que nos culpan a nosotros e incluso a sus otros compañeros o a sus padres de sus fracasos. No me interesa entusiasmarlos.
Ese 10% que sí vale la pena no se compone de genios... no son perfectos, nosotros no esperamos que lo sean. No esperamos que ya sepan algo que nos toca a nosotros enseñarles. Eso es obvio, no creo que ni el profesor Jiménez, ni ninguno de nosotros tenga esa expectativa.
Pero si 3 de cada 30 alumnos va a aprovechar lo que les cuentas, a 10 ni les va ni les viene lo que les estás contando y 17 se quejan porque no obtienen las calificaciones que esperan (porque entregan unas cagadas de trabajo, dicho sea de paso)... uno se cansa, uno siente que pierde el tiempo, uno siente que descuida a sus clientes o sus otras actividades.
Justo hoy comentaba algo similar con mis alumnos de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas. Les comentaba que ahora que en la universidad eliminaron el examen de admisión y estaban entrando jóvenes con una formación deplorable, es cuándo más me voy a empeñar en enseñarles, así me odien por "ponerlos a trabajar". Un profesor que renuncia porque los estudiantes son de baja calidad, es porque él no es de muy buena.
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ResponderEliminarPARTE 1
ResponderEliminarVictoria, de los comentarios aquí expresados, me parece la apreciación de "Fausto" la más acertada. Ahora bien, te voy a hablar como publicista (entiéndase publicidad como una convergencia entre la comunicación y el mercadeo) y como estudiante que fui, sin considerarme una deidad, gurú o genio en ninguna de las dos cosas.
Primero quiero resaltar que si bien tu carta goza de una buena redacción en general y me parece excelente que te manifiestes, es posible que tu indignación sosegara tu sentido crítico. ¿Por qué? Camilo Jiménez reconoce explícitamente en su misiva que pudo haber tenido fallas en su pedagogía, en la empatía o sintonía con sus estudiantes. Así mismo, haciendo una buena comprensión de lectura, te darás cuenta que el sentido al cual él apunta refiriéndose al nivel socio económico en el cual sus estudiantes se encuentran, no es otra que cosa que precisamente el acceso que tienen a un sinnúmero de herramientas y posibilidades para leer, mejorar su escritura y sus conocimientos; eso si, sabiéndolas explotar y dándoles buen uso.
Así como tu profesión, la del docente, incluso el oficio de un campesino requieren vocación, dedicación, pasión y deseo, no debe ser distinta esta condición en el estudiante. Quiero decir con esto que no puedes pretender que la duda, la inquietud o curiosidad surjan porque las deposita el educador. Todo estudiante debe cuestionarse a sí mismo y cuestionar lo que le enseñan, expandir también su apetito de conocimiento más allá del aula de clases.
PARTE 2
ResponderEliminarCuando fui estudiante, saqué el máximo provecho de mis profesores, buenos y no tan buenos, queridos u odiosos, también de las electivas posibles en mi programa académico y, en general, conferencias u otras opciones en mi universidad. Tuve un profesor que me marcó mucho, sin ser un genio o ser el mejor, con él inicié la búsqueda de valorar, mejorar y perfeccionar (a diario) la correcta ortografía y ejecución de la lengua escrita. No me enseñó nada extraordinario, solo a buscar constantemente en la RAE, diccionarios de sinónimos y otras fuentes los significados, las reglas gramaticales y correcta escritura (también lo enseñan en los colegios, aunque no se profundice tanto en las herramientas). En otras cátedras como las de lingüística y semiología mi interés continuó, tomé además por voluntad propia un taller de "Escritura y Lectura Creativas", otro de "Mitologías del Mundo" para forzarme a leer y escribir cada vez mejor, etc. Aparte de esto, así mis profesores no preguntaran en clase, siempre pregunté de todo, desde los ¿por qué?, las metodologías de evaluación, hasta las aplicaciones prácticas para el oficio y la vida; desde la pregunta en apariencia estúpida hasta la pregunta que con mucha dificultad los profesores podían contestar. ¿Y sabes qué? Nunca obtienes todas las respuestas o resultan estas satisfactorias, muchas cosas debes seguirlas indagando y contestándolas tú mismo(a) hasta obtener tus conclusiones. En esto sí, el docente debe apoyar, pero solo tú llegarás tan lejos como tan grande sea tu apetito de saber.
Para no continuar relatándote anécdotas personales te diré que gracias a todo lo anterior, logré forjar un criterio acertado y propio, para trabajar y para la vida. Tu juzgarás si eso me hizo o me hace un genio, para mí solo me hace un profesional y persona bien formados. En este punto te aclaro que no soy un señor de 40 años o más, tengo 26, utilizo Google, Twitter, Facebook y la mayoría de cosas que te puedas imaginar, pero les doy buen uso y por otra parte, todos los días leo, analizo noticias y escribo, como este tiempo que te estoy dedicando a ti, a tus compañeros y la "controversia" generada.
¿Sabes en qué si estoy de acuerdo contigo aunque comprendo las motivaciones o más bien desmotivaciones? En que Camilo Jiménez no debió renunciar, debió quedarse y forzar a sus estudiantes a dar los resultados esperados, incluso reprobándoles de ser necesario. Hay situaciones o eventualidades muy duras de afrontar en la vida que frustran a pesar de las buenas intenciones que tengas, por eso no juzgo al profesor; sin embargo, hizo una última cosa buena por sus estudiantes y por el debate de la educación en el país: "puso el dedo en la llaga".
Te felicito por tu indignación, no resientas el concepto y misiva del "profe", utilízalo para motivarte, demostrarte y demostrarle que puedes por ti misma, aún a pesar de su ausencia, dar tu 100% y volverte una excepcional lectora, escritora, editora y periodista en estos "tiempos del 2.0". (Este último párrafo, resume mi mensaje para ti).
Ojalá le hayas encontrado sentido y utilidad a este tiempo que te dediqué. Estoy para servirte.
Atte.
@CMarqueZuccardi
Muy regular esa respuesta.
ResponderEliminarCuando él habla de jóvenes de colegios privados que salen del país y tienen buena alimentación como elementos que sirven para el proceso académico está en lo cierto. En Colombia la educación básica y media es de mejor calidad en colegios privados, la gente que se alimenta mejor tiene mayores ventajas. Entonces según usted un niño africano que no come las tres veces al día, que se alimenta mal y tiene un sistema educativo pésimo está en las mismas condiciones que un estudiante promedio de la Javeriana?
Por otro lado qué es eso de que los profesores no le han dado la talla? deje de ser patética. Usted misma lo dijo, si está en la Universidad es porque quiere aprender, y el deseo de aprender prima, un profesor debe tener pedagogía, claro, pero un estudiante bueno es conocedor de la importancia de aprender más allá de lo que puede enseñar un profesor.
Cómo explica usted que unos estudiantes no hagan un resumen cuando se les da cuatro meses para hacerlo? Cómo explica usted que una estudiante de Comunicación Social se excuse al empezar una carta porque no puede ofrecer a sus lectores un texto limpio, sin errores gramaticales, ortográficos, sintácticos? Es que no conocen las bibliotecas?, allá hay muchos libros que puede leer cuando esos profesores, como usted dice no dan la talla.
A los estudiantes de ahora nos falta dedicación, interés, ambición. Hay problema en la pedagogía, claro que sí, pero a nadie más que a nosotros debe importarle nuestra formación académica y eso se logra con buenos o malos profesores dependiendo del talante del estudiante.
Magnífica respuesta. La invito a leer, si desea, mi propia manifestación al respecto: http://masalladelprincipiodeldivan.blogspot.com/2011/12/ay-profesor-jimenez-estas-hablando-como.html?spref=fb
ResponderEliminarVictoria: ¡excelente punto de vista! Les adjunto el mío.
ResponderEliminarRespuesta a la carta de renuncia pública del profesor Camilo Jiménez: "¿Renunciar Públicamente?"
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/renunciar_10911874-4
"RedEd", señalas un punto que es importante: el problema no viene de ahora. Sin embargo, pienso que el profesor Camilo Jiménez fue claro en esbozar que cree que las tecnologías pudieran no estar teniendo el efecto deseado en los jóvenes de por sí apáticos, por llamarlo así; señala entonces varios factores (hipótesis) que pueden estar permeando dicha "apatía", sin embargo, no le atribuye el fracaso de sus estudiantes a ninguno de ellos como causal, simplemente a su "apatía". También reconoce falencias en si mismo al no lograr sintonizarse con ellos.
ResponderEliminarComo lo dije antes, tocas un punto importante, pero no puedes justificar con este que los estudiantes no rindan o arrojen los resultados deseados porque la cultura, la sociedad y el sistema vienen así desde hace rato. Esto sería presumir que ante las adversidades nadie tiene la capacidad de superarse, solo unos pocos valientes o "iluminados".
Si bien la educación en el país y el profesor en este caso tienen sus retos, asimismo los estudiantes. ¿Que acaso el ser humano no tiene la capacidad de adaptarse?
Culpas al pasado del presente, al modelo educativo actual de no estar al día y al profesor de no sortear los obstáculos; todo eso válido, pero no puedes dejar por fuera a los estudiantes. Cada uno es protagonista de su propia vida y resulta cómodo decir que los estudiantes fallan porque todo falla. Así no es. Los estudiantes pudieron esforzarse más y haber buscado por su cuenta lo que no les daba el profesor o aquello que el profesor señalaba como falencias. El hecho de que los estudiantes paguen no significa recibir un "download" del conocimiento en forma exhaustiva a cambio para llenar todos sus vacíos. En gran medida el conocimiento parte de una búsqueda personal, guiada por los docentes y sujeta a un modelo e instituciones. Los estudiantes tienen una ENORME RESPONSABILIDAD en no sacarle el quite a su rol protagónico. En este mismo orden de ideas concuerdo en que la renuncia del profesor no fue lo más acertado, pero es compresible por el golpe anímico que generó la situación al educador, sin pretender justificarlo. Entiendo que quien toma la decisión de publicar en prensa nacional la misiva es la vicerectoría académica de la universidad, también preocupada seguramente.
Querida Victoria:
ResponderEliminarEntiendo su descontento con la crítica del profesor Jiménez. Al igual que usted, fui estudiante de Comunicación Social de la Javeriana y me gradué hace años. He trabajado en prensa, radio y en la industria editorial. Hoy en día me desempeño como profesora de estudiantes que como usted están aprendiendo a escribir, sin importarles si lo hacen bien.
Lamentablemente, su escrito está lleno de errores gramaticales, ortográficos y de puntuación. Me duele saber que ha cursado 29 materias y dice airosa que solo ha aprendido en 3. ¿No se ha sentido robada por parte de la Institución? ¿Por qué no había dicho nada hasta ahora? ¿Por qué permitir que sus padres paguen tanto dinero por una educación tan pobre?
Tiene razón cuando dice que el trabajo de un profesor es enseñar y comparto su opinión cuando afirma que si el Sr. Jiménez quiere escritos perfectos, que se dedique a otro oficio. Sin embargo, creer que la responsabilidad del aprendizaje del estudiante depende del profesor, es una idea errada que solo le da fuerza a las razones de Camilo para irse.
¿De cuándo a acá la responsabilidad de un estudiante de formarse adecuadamente para desempeñar un oficio tan importante como el de ser comunicador en un país en guerra como Colombia pasa a ser del profesor? ¿De cuando a acá el profesor tiene que entretener a su auditorio para que sus estudiantes aprendan?
Usted como estudiante es quien DEBE ir a la universidad a aprender, es usted la que debe enfrentarse a las lecturas y llevar críticas, cuestionamientos y análisis a clase. El profesor es una herramienta para que usted aprenda adecuadamente, no el responsable de su pobre educación.
Tuve muchos compañeros en la Javeriana y de todos, fueron pocos los que aprovecharon la universidad, la biblioteca y le sacaron el jugo a sus buenos profesores. (Para los que no conocen las magníficas bibliotecas de la Universidad Javeriana, no solo hay libros, hay toda clase de documentos en diversos formatos, incluidas las nuevas tecnologías).
Me entristece que Camilo Jiménez haya dejado la Javeriana por estudiantes como usted que creen que la responsabilidad de su aprendizaje es del profesor tanto como que él haya renunciado por haberse olvidado de su labor: enseñar.
Yo también tengo 20 años y también soy estudiante de Comunicación Social pero de otra universidad. Como venía a decir lo que dijo Miguel A. Román, solo me queda añadir una cosa más:
ResponderEliminarQue la respuesta a la carta del señor Jiménez tenga errores de ortografía me parece el colmo, lo único que está haciendo aquí es demostrar que lo que él dice es cierto.
Pero lo que es aún peor es que la gente en este blog lo aplauda y con más y peores faltas de ortografía que las de Victoria. Esto solo demuestra que Jiménez está equivocado, el problema no se origina desde hace un par de años, el problema viene desde hace un par de décadas.
Lo podemos analizar desde una óptica histórica, sociológica, antropológica, psicológica, cultural, mediática, etc., si se quiere. Pero no podemos desconocer que todo muchacho con deseos de superación y esfuerzo puede arrojar buenos resultados, máxime cuando por su condición socioeconómica tiene a su alcance las herramientas.
ResponderEliminarRecordemos que son estudiantes de la U. Javeriana, cuyo semestre debe costar no menos de $5.000.000, que provienen de colegios privados y familias cuyas condiciones les permiten acceso a internet, las nuevas tecnologías y en general a todas las herramientas del saber. Uno puede decir que si ellos, teniendo todo a su alcance, no logran arrojar buenos resultados no se puede esperar mucho del resto, claro; pero no puede excusarlos porque el entorno macro del país tenga problemas y falencias transgeneracionales, eso sería validar la mediocridad aun cuando la persona goza de buena salud, alimentación, sostenibilidad, acceso, herramientas y oportunidades. La educación privada también tiene sus desaciertos, claro, pero el estudiante está en capacidad de complementar su educación por iniciativa propia cuando tiene acceso a un conjunto diverso de fuentes y recursos. Y no nos digamos mentiras, la U. Javeriana cuenta con una de las mejores bibliotecas, hemerotecas, sonotecas, etc., del país; allá iba yo precisamente a consultar libros sobre reglas gramaticales, ortografía, regionalismos, géneros literarios y todo lo que puedan imaginar sin ser yo estudiante de la Javeriana ni de Com. Social (para entonces cursaba los primeros semestres de publicidad en la U.J.T.L. y mi universidad no había modernizado su biblioteca ni adquirido muchos volúmenes). ¿No es paradójico que yo haya aprendido la correcta escritura aplicable a ensayos, resúmenes y demás en la Javeriana sin estar matriculado en la Javeriana y que los estudiantes matriculados no puedan?
¿Se puede reducir el rendimiento satisfactorio de un estudiante en condiciones a que su profesor sea formidable, se sintonice y los cautive?, ¿o lo que los estudiantes pretenden aquí es recibir todo el conocimiento empaquetado y encapsulado listo para digerir sin mayor búsqueda o ejercicio de su parte (hacer un download)?
Siempre tomé la iniciativa, no esperé a que mis profesores lo hicieran por mí, y de esa manera obtuve el retorno de la inversión de mis padres. No solo iba a mis clases, fui muchas veces a clases de Com. Social en mi universidad (redacción y prod. para radio, tv) donde también participaba, inscribí incluso créditos de Relaciones Públicas (Prog. Com. Soc.) pues lo consideré pertinente y complementario en mi formación profesional. Qué más puedo decir, que se requiere no solo el dinero sino también la mentalidad y deseo de aprender, de superarse, de conducirse y formarse uno mismo.
¡Victoria!
ResponderEliminarSoy profesor universitario y me alegro de leer cartas como la tuya. A pesar de escribirla sin conocer bien el contexto administrativo de la educación superior, te has indignado con la mediocridad de esta sociedad de la información. Me uno a tu crítica y te animo a buscar a otros jóvenes de tu edad para trabajar en la urgente construcción de la sociedad del conocimiento.
Apoyo totalmente al profesor. Los estudiantes de universidades privadas son unos mediocres que creen que el profesor les tiene que dar todo masticadito y fácil, solo porque tienen plata y ellos son los que pagan. Ellos no son capaces de hacer un pequeño esfuerzo mental para aprender por ellos mismos. Los niños de las universidades privadas usan la ley del "mínimo esfuerzo". el único esfuerzo que creen que deben hacer es que sus papis les paguen el semestre, de resto es misión del profesor buscar la manera de meterles el conocimiento sea como sea en sus cerrados cerebros. Por eso los profesionales de universidades públicas son mejores, ellos si se dieron cuenta que la plata no compra todo y usan su capacidad de análisis e inteligencia para aprender.
ResponderEliminarAl menos el profesor Jiménez tuvo el valor de renunciar. Victoria por qué tu no lo haces? tanto tiempo desperdiciado? 25 materias en vano y eso que tu estas pagando!? (que argumento tan pobre). Qué pobreza mental, lo siento por ti y tus compañeros. Si estos son los futuros estudiantes de la ciencia de la comunicación, la verdad sea dicha: El futuro está condenado.
ResponderEliminarVictoria Tobar:
ResponderEliminarSi bien es loable su intención al arremeter en contra de un ex-profesor que manifestó un problema evidente en los estudiantes universitarios. Considero que usted no alcanza a construir en los siete párrafos de su carta una respuesta contundente ante el problema denunciado por el profesor.
Se siente atacada, tal vez por su posición social, y no da en lo más mínimo en el punto. Sí, tiene usted razón, es necesario un profesor con ciertas capacidades para despertar un espíritu crítico en los estudiantes.Sin embargo, insisto, usted se desvía en lo que pretende argumentar, y complementa sendos huecos en la ilación de las ideas con comentarios emotivos y pasionales referidos más a cuestionar la verdadera vocación del profesor que a responder -aunque en el fondo creo que lo hace con su débil argumentación- porqué los estudiantes "no pudieron pasar del resumen". Escribir es un proceso y como tal merece una especial atención en la estructuración de las ideas y en su ilación, la cual compone lógica y formalmente un texto. Escribir no es poner ideas que suenen bonito a pesar de que estén gramaticalmente correctas.
Preocupa enormemente que las escasas editoriales que existen en el país queden en manos de futuros profesionales como usted que es uno de esos estudiantes que tanto cuestiona el profesor Camilo Jiménez en su carta.
Finalmente, usted pone en tela de juicio la vocación profesoral de Camilo Jiménez. ¿Acaso usted cree tener vocación en este momento de su vida para estudiar Comunicación Social?
Me parece, nuevamente, que le falta al respeto a una persona que sobrepasa en exceso la experiencia o la "vocación" que usted cree tener con tan sólo veinte años. ¡Qué triste su ingenuidad y qué ridícula su petulancia!
Fernando Alba
Estudiante de Licenciatura en Filosofía
Creo que el nivel académico de las facultades de la ciencia de la comunicación debe ser revisado con mucha atención. Si estudiantes como Victoria, con ese grado de redacción tan paupérrimo, consigue un titulo Universitario, qué podemos esperar en un futuro? Estaría trabajando en un periódico, quizás en redacción!!. por favor, rectores, decanos, profesores, no permitan esto, suban el nivel de las exigencias para filtrar toda esta cantidad de alimañas.
ResponderEliminarComo dice 311: There's always an excuse when you need one...
ResponderEliminarInfortunadamente la calidad de redacción y la capacidad de sintesis de los nuevos profesionales, no solo en Comunicación Social sino en las demás carreras es francamente decepcionante, esta carta no es mas que una respuesta desentonada a una crítica válida que cada vez es mas clara entre aquellos que tenemos que revisar documentos y producciones de profesionales y es la falta de claridad, argumentos y estructura en la mayoría de documentos, amen de la "horrografía" que frecuentemente plaga estos documentos y ante los cuales además debemos aceptar pues son escritos por personas que estan convencidas de que son estrellas y no simplemente personas que estan aprendiendo en la vida, solo basta ojear el periodico y los medios de comunicación para ver la baja calidad y la falta de seriedad de aquellos quienes escriben, sumado al hecho de que muchas veces simplemente copian articulos aparecidos aqui o allá, demostrando baja calidad y ante todo poca seriedad en su trabajo.
ResponderEliminarVictoria, soy un Estudiante de PhD en E.U. y las cosas son similares aunque la proporciones cambian digamos que aca no es 24 profesores malos contra 5 buenos pero mas como 20 buenos (o que hacen el esfuerzo) y 9 malos. De pronto hay mas buenos, por que aqui es obligatorio tener un PhD para ser profesor(Disculpa mi ortografia no tengo tildes, ni enies en el teclado). De todos modos estoy 100% de acuerdo contigo y me gusta mucho como pones la figura del estudiante como cliente de el sistema educativo. Uno de los mejores profesores que tuve en la Unversidad de los Andes que dictaba una de las clases mas dificiles (Hoy no creo que sea dificil sino con mas tarea) en ingenieria civil, siempre que ponia mas tarea decia: Mas por su dinero. Excelente Vision. Y excelente carta desarmaste cada argumento que el profe dio. Sin embargo le doy en una sola cosa razon a el y es que los jovenes de hoy en dia salen cada vez menos preparados del colegio y creo que es el punto que el trataba de hacer.
ResponderEliminarEstimada Victoria,
ResponderEliminarSoy profesor de una universidad pública y dos privadas, y estoy de acuerdo contigo ser profesor no es un oficio es un arte y no cualquier persona puede ser un buen profesor. He leído las cartas y comentarios que van y vienen y pienso humildemente que Camilo Jiménez se canso de las clases y simplemente busco una excusa que fueron sus estudiantes, debe de tener otros motivos que el no quiere aceptar (cansancio, aburrimiento, etc.), hoy en día para ser un excelente profesor y estar a la altura de los estudiantes toca obligatoriamente manejar las Tics, por eso se debe tener cuentas en facebook, twitter, redlink, etc. para por medio de estas herramientas interactuar con los estudiantes.
Exitos,
LUGO MANUEL BARBOSA GUERRERO
PROFESOR UNIVERSITARIO
Un profesor que renuncia porque sus alumnos no saben escribir, simplemente nunca fue profesor.
ResponderEliminarlo mejor de comunicación social de la javeriana son las chicas. son perfectas, lindas, huecas y fáciles. estudie 7 semestres y me aburrí de todo, de los profesores perdidos en sus pequeños mundillos de éxitos inexistentes, (me acuerdo de uno que estuvo en España 4 meses y cuando volvió llego hablando con acento español mas que los mismos españoles, ese es un tal Alba, narrativas audiovisuales, marido de la coordinadora de la carrera, Maritza Ceballos, así vamos viendo como son las cosas en la Javeriana.) en donde creen ser inteligentes y los mejores en lo que hacen y realmente son unos inexpertos sin condiciones mínimas para hacer y cumplir con las responsabilidades que les han sido asignadas.
ResponderEliminary me canse de la idiotez colectiva de los estudiantes. si se quiere cambiar la Javeriana en su calidad de estudiantes y profesores se deberían hacer exámenes serios a los dos, de admisión. Cuando presente mi examen de admisión, me dio vergüenza ajena ver que unos ancianos llenos de experiencia se prestaran para esas payasadas. las niñas con las tetas por fuera y yo sentado aterrado en una de las sillas dentro del salón que nos toco para el examen de admisión. que perdida de tiempo tan gigante.
gracias a todo eso, los de mi generación, los que están trabajando en los medios, por esas lumbreras es que vemos todos los errores y notas vacías en todos los medios escritos, radiales y televisivos y ni decir del cine. por eso es que las cosas cada vez están peor, créanme, mientras no halla educación seria, vamos derecho pal abismo...
JAJAJAJAJAJAJA y con esto que ya se lavo las manos como Pontius Pilatus esta en latín.
ResponderEliminarQue tristeza de carta la culpa es de los profesores.
Interprete esta frece.
Las especies evolucionan y se adaptan no para mejorar, sino para no extinguirse.
cadean1711@gmil.com
Victoria te apoyo (aún que solo sé de tí por tu entrada en el tiempo)! arriba el espíritu blogger!!!
ResponderEliminarVictoria, haz un diagrama de j. forrester; entre menos preparados salgan los universitarios, gente tan especial (como tú), será más valiosa en el mercado.
ResponderEliminar:D Créeme eso ya lo sabía en mi pregrado y no me ha ido tan mal.
Entiendo al profesor. Que lástima que la lectura sea tan despreciada en estos días. La gente de ahora sufre de pereza mental y solo le interesa MTV, la moda y las redes sociales porque es información fácil de digerir muy acorde con su nivel cultural. De la carta del profesor hay que extraer la observación principal que es innegable y es el hecho de que la gente no lee nada, la cultura no le importa y por lo tanto no es capaz de escribir un texto de calidad. Así de simple. Nada mas hace falta ver a los ídolos de la juventud para saber lo mal que estamos y eso también es fácil de observar; solo entren al tiempo y las principales noticias son sobre Justin Bieber que no sabe ni donde esta parado en el planeta; lastimosamente la mayoría de juventud es así porque les falta algo... curiosidad. En lugar de criticar la posición del docente hay que preocuparse por lo esencial, HAY QUE LEER !!! "En los libros hallaras el tesoro del saber".
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=QTkPLzysklY&list=PL470EC96648E80137&index=1&feature=plpp_video
ResponderEliminarNo soy comunicador, soy contador y comunico estados financieros, que trasmiten el resultado económico para los inversionistas. Sin embargo creo que la literatura permite un acto infinito: el de la creatividad y la imaginación, que jamas los medios electrónicos podrán trasmitir, por una simple razón: la brevedad y la inmediatez son los sicarios del pensamiento y los buenos textos... en las redes sociales la competencia es por ser el más popular y seguido en Twitter o FB.
ResponderEliminarResulta pertinente recurrir a ese libre pensador Estanislao Zuleta, en su "Elogio a la dificultad: Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades."
JaimeF
Buenos días, muy acertados ciertos aspectos de su carta desde la perspectiva del estudiante pero considero que desvía el punto esencial de la discusión y es la falta de iniciativa de la gran mayoría de los estudiantes actuales por indagar e investigar, raíz de su pobre calidad al graduarse como bachilleres. Soy profesor universitario, con mucha más trayectoria que Ud. y menos años que el profesor Jiménez, veo las cosas desde un punto intermedio. A una Universidad se va a aprender por cuenta propia con orientación del profesor, no es como la educación básica en donde el MEN guiado torpemente por algún pedagogo de escritorio implantó metodologías que sólo premian la pereza mental de sus estudiantes por el simple hecho de decir que "está de moda". Algo es seguro, a la Universidad no se va a haraganear y si esos 25 docentes le permitieron eso hasta el momento, es hora de cobrarle la garantía a su universidad y no juzgar con ligereza la calidad profesional y humana de sus profesores ya que su Universidad debió hacer un proceso serio de selección. Finalmente, quítese ese mote tan mediocre de los colombianos al decir "es que yo estoy pagando por esto", en lo que a Educación respecta lo que se paga es la oportunidad, no el diploma y es ahí donde Ud. se dará cuenta que criarse con aguadepanela más arroz sí hace diferencia respecto al lomo con ensalada.
ResponderEliminarCOLILLA: sí hay argumentos escritos con resentimiento de parte y parte, eso demuestra que nuestra sociedad colombiana está gravemente herida y es hora de empezar a sanar eso, ¿por qué los medios se empeñan en mostrar violencia de todo tipo, traquetos y silicona?
7000000 de pesos por semestre para solo aprender de 3 profesores? creo que también debería salirse de la Universidad!
ResponderEliminarMuy bien dicho.
ResponderEliminarMi apoyo desde Medellín.
Si el profesor hubiese iniciado su curso con "la carta de renuncia" como taller, hoy, haría parte de ese mundo que el docente debe buscar:"el mundo de los tres que me han enseñado algo".
ResponderEliminarLa verdad, bonita intensión, pero yo esperaría un escrito perfecto, emotivo, estructurado. Es lo que promete ser: una carta de un universitario, con errores, con imperfecciones. Pero no es mucho más que eso. Tiene el valor de haberse hecho, pero una semana tarde, como las tareas de la universidad; intervino en el debate cuando ya la había dejado el bus. El profesor Jiménez tiene la razón, sus estudiantes no se toman el trabajo de usar un diccionario, o si no, ¿por qué la estudiante confunde desapercibido con inadvertido? Y tiene razón en que los estudiantes no concretan. A mí me parece que sobra la mitad del texto. De todas maneras, espero que hagan una novela o un reality sobre el tema, para que se me quite la pereza de leer de nuevo las cartas. Yo espero el resumen.
ResponderEliminarVictoria, ojala tu jefe se se preocupe de motivarte siempre para que quieras no morirte de hambre, sigue asi de bien (y).
ResponderEliminarCuando el profesor habla de los niños "bien", jamás infiere de que las condiciones opuestas sean perjudiciales, sólo expresa que existen los elementos más que necesarios para esperar lo mejor de Ustedes. Al que mucho recibe, mucho se le exige. Lo mismo sucede cuando el profesor expone la importancia de saber resumir y redactar, lejos está de implicar que es la mejor forma de generar controversia como Usted concluye. Se refiere a lo básico. Buscar la razón con base en la tergiversación del interlocutor no es una sana práctica dialéctica y evita que se generen las condiciones propias del aprendizaje grupal. Ojalá nuestros políticos evitaran esta práctica malsana. No será que Usted se contradice cuando dice que el aprendizaje sucede en grupos, lo cual también comparto, pero inmediatamente descalifica a quien piensa diferente? La mayor valía del aprendizaje colectivo radica en la tolerancia y el respeto a los que tienen ideas discrepantes, porque nos comparten otra interpretación de la realidad la cual solo genera cambios positivos en la mente abierta. Basta con leer algunos periodistas del "mejor" periódico del país para comprender que el profesor esta exponiendo un punto válido, como válido también es el suyo. Crezcamos con la diferencia. Vemos la espiga en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Una última reflexión: Usted vé sarcasmo en los comentarios del profesor. Que emociones ve Usted misma en los suyos? Un abrazo cordial.
ResponderEliminarUna cosa es el cómo debería replantearse el modelo de la educación básica y bachillerato en Colombia, centrado en la competitividad y talento humano. Y otra cosa que Victoria y los estudiantes de Comunicación Social de la PUJ no le saquen provecho a todos los recursos que tienen a su alcance (Profesores, biblioteca, salas de computadores con acceso a internet y suscripciones, convenios, etc.) para auto superarse y perfeccionarse para una profesión la cual se supone escogieron por vocación. (No juzgo a Victoria ni a sus compañeros si su tiempo en el colegio y hogares no surtió el efecto deseado para llegar a "devorar" la universidad).
ResponderEliminarLo primero es un debate necesario, para que no lleguen muchachos desorientados y mal enfocados a las universidades sin tener claro cuál es su rol. Lo segundo, a pesar de lo primero, no tiene justificación. Si estas en la universidad, llegaste con vacíos y tu profesor asume que deberías estar en un adecuado nivel, debes buscar rápidamente, con sacrificio y dedicación alcanzar ese nivel y arrojar los resultados que tu docente te pide. (Para nivelarse una universidad tiene al servicio de los estudiantes su biblioteca y otros recursos que pueden utilizar, mas no es función de las universidades que logren nivelarse). A la universidad uno llega a recibir nuevos conocimientos o profundizarlos, a interiorizar y producir una técnica. Cuando las universidades admiten estudiantes con falencias previas, lo hacen con fe en que estos por iniciativa, estudio, sacrificio y autodeterminación podrán superarse y obtener el máximo provecho de la educación superior (ojo, superior). Mal harían las universidades en no darles oportunidad a los estudiantes y estos en no aprovecharla.
La conversación la podemos centrar entonces en 2 cosas, cómo mejorar el actual modelo educativo para que no arroje estos problemas (que sería lo constructivo) o continuar tomando posiciones a favor de Victoria y sus compañeros o a favor del profesor Camilo Jiménez; en lo cual basta con decir que Victoria y sus compañeros deben dar su 100% estando en la universidad y que Camilo Jiménez se vio desaprovechado al no lograr avanzar en su cátedra hacia un conocimiento SUPERIOR en la construcción de un buen editor.
Finalizo diciendo que en mi concepto, el profesor Camilo Jiménez pudo haber reprobado a los estudiantes y continuar dictando su cátedra, pero realizó algo mucho más humilde, conociendo las falencias previas con que estos vienen, decidió sacrificarse él mismo y darle a ellos, a la PUJ y al país una oportunidad para reflexionar, hacer las cosas mejor y conseguir los resultados. Ojalá, sobre todo los estudiantes y ex alumnos de Camilo Jiménez, puedan adaptarse, superarse y hacer que la enorme lección de vida que él les deja valga.
Lástima que una carta que está bien escrita (más allá de algunos errores de ortografía imperdonables y uno que otro problema de redacción) pierda peso en el debate por una mala lectura de la carta del profesor Jiménez. Como algunos te han dicho acá, de forma grosera o de forma cortés, debiste dejar la publicación de esta carta después de haber pasado unos minutos y tener la cabeza más fría. Hubieras tenido la oportunidad de mejorarla, de eliminar varias frases innecesarias y de darle un final más contundente y no ese con un tono vengativo que, en vez de fortalecer tus puntos de vista, les quita peso. Por último, te recomiendo algo: respóndele a quienes acá te han comentado la carta. Si hay una actitud insana en muchos blogeros (no digo que tú lo seas) es no contestar en absoluto a lo que otros comentan de las entradas. Si te parece mi idea, sería muy bueno que mantengas el debate y, quizá, hagas otra entrada en donde vincules algunos comentarios (a favor y en contra) que te han hecho acá. La actitud crítica se mantiene con el debate.
ResponderEliminarSeñorita Indignada!
ResponderEliminarMe encanta su lucidez para redactar! Me encanta su cuestionamiento al Status Quo! Le gustaría a usted escribir de lo que se le anotoje en mi tribuna www.tributoanuestrosheroes.org? Una pluma como la suya, un tanto precóz (para algunos) es un aire fresco para un "joven" como yo!
Anímese y pase de ser indignada anonima a heroína con todo el mundo a su dispoción?
Ah y le comentó, yo soy un Javeriano como su persona. Jugue baloncesto y en mis ratos libres me dedique a estudiar economía por alla en el 2003. He vivido en 5 décadas distintas y ahora en mi tiempo libre estudio quiero realizar una maestría en administración de negocios pero en realidad me considero un filántropo de tiempo completo! O es al revés? Pero si quiere que sus buenos seguidores la sigan en una tribuna que quiere mostrar a las personas talentosas de Colombia, sirvase y escriba hasta que se canse o consiga un trabajo de verdad, verdad!!
Que opina?
El correo es: heroes@tributoanuestrosheroes.org
Bienvenida si decide aceptar la invitación!!
Cordialmente,
Alvaro Pachon Osorio
Presdiente Ejecutivo
www.tributoanuestrosheroes.org
Soy madre cabeza de familia de 2 javerianos, tía de otros 2,no soy de los que tenían todo dado, debo todo en créditos, pero sé que ni una universidad, ni un profesor lo preparan a usted para un trabajo ni para la vida, solo usted puede hacerlo si sus profesores eran malos. Fue usted la que no exigió ni se interesó por sacarles el conocimiento, sí, es usted la que paga, y ni siquiera como dice el profesor en su carta, usted no sabe leer, su contestación es traída de los cabellos sacando frases sueltas y contestando con niñedades, no piense que niñedades es que usted es joven, sino que no está instruida para su edad, osea que no sabe leer une palabras, no lee.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCreo que esta una crítica que demuestra algunas falencias en cuanto a comprensión de lectura y que es además infundada, si bien cada quien puede decir hasta misa si le viene en gana, me gustaría que algún alumno de Camilo opinara. Hasta donde sé, todos los que pasamos por su clase hemos apoyado su decisión y estamos (al menos en puntos generales) de acuerdo con él. Perderse en asuntos específicos como el asunto del estrato es prueba de que tal vez no se entendió bien el mensaje.
ResponderEliminarSoy testigo resignada de que la carrera de Comunicación Social en la Javeriana está plagada de "plantas" que se sientan a calentar puesto y no más y la verdad es que, si yo no estuviera ya en estas, me habría largado hace mucho tiempo porque es un ambiente cansón.
Lindo, muy lindo. Pero usted olvidó un detalle que el profesor menciona en su carta desde el principio: esos estudiantes estaban a poco de graduarse. No eran ningunos primiparos y sin embargo eran así de brutos!.
ResponderEliminarusted tienela razón sobre que el que enseña es porque le gusta y no porque le toca, pero de ahí a que los alumnos no se dejen enseñar y no se preocupen por aprender ni siquiera a leer bien, hay una diferencia abismal.
Que pasa en la Javeriana que se quejan los estudiantes y los profesores???, La niña se queja que paga bastante y no le dan buenos profesores y los profesores se quejan que nos le pagan.., entonces???
ResponderEliminarmis comentarios en el blog http://www.pwrmind.com/blog/?p=323
ResponderEliminarSoy estudiante de comunicación Social y Periodismo de la Fundación Universidad del Norte de Barranquilla y considero que se encuentran estudiantes de todo tipo, unos que como yo se interesan en la situación del paiís y del mundo, que quieren aprender y cada día ser mejores, y otros que simplemente se preocupan por pasar las materias.
ResponderEliminarEl señor Richie Tamayo tiene razón, el resumen es fundamental para todo comunicador y periodista sin importar en que área se desempeñe, sin embargo, si el profesor Camilo Jiménes anhelaba debate, el resumen no era el modo de buscarlo.
es evidente señor Tamayo que no leyó o interpretó de manera correcta la carta de Victoria, es un insulto la carta del profesor Camilo a parte de ser retrograda el señor Google y las redes sociales nos han abierto las ventanas del mundo y nos mantienen en constante contacto, Tal vez su edad y mente cerrada no le deja darse cuenta de ello, cuento con el privilegio de tener muy buenos profesores además de exigentes, unos me han gustado más que otros y es un hecho que el docente es indispensable en el interés que te pueda llegar a despertar una materia, de hecho nunca falta el profesor que atenta contra ese interes, más bien deberia evaluarse el señor Jiménez y darse cuenta en que falló, encontrar la causa del desinterés del alumnado, la juventud es una etapa de curiosidad, de aprender y de querer adueñarse del mundo, eso es algo que usted no logró explotar en ellos.
Señor Tamayo los estudiantes pagan una suma de dinero para el pago de los profesores y el mantenimiento de las instalaciones de la universidad y ¿por qué no? de su crecimiento, la universidad le proporciona el salario a partir de la plata que invertimos semestralmente, por lo tanto, nosotros le pagamos a los profesores.
Te envío otra carta de respuesta, de estudiante a estudiante.
ResponderEliminarhttp://palabras-inexpertas.blogspot.com/2011/12/carta-victoria-tobar.html
Para aprender no es necesario un profesor pero para aprehender los estudiantes al conocimiento si es necesario las habilidades del profesor,pero como muchos ejemplos en esta vida las personas se hacen con tezon y berraquera!!!
ResponderEliminarEs muy cierto lo que dicen, y en cierta manera estoy de acuerdo, como estudiante, pero creo que el problema radica mas haya de lo que planteas, creo que un docente da las herramientas y recursos correspondientes para enseñar, eso si, enseñar bien, curse una carrera en la cual, creo ningún profesor dejo huella en mi vida profesional y ahora en donde estoy cursando una nueva carrera ya en otra universidad un poco mas clasista, veo la diferencia en calidad educativa, esto no quiere decir que la educación se basa en el dinero que se invierta, para nada, es insensato y absurdo decir una idea como esta, lo que quiero plantear es que, la educación y el profesional, se hace dentro de cada mismo, con la perseverancia, responsabilidad, disciplina y por el amor que sentimos por ejercer esta profesión, nosotros como estudiantes tenemos que ¡exigir! unos profesores competentes, ademas por obligación tenemos que indagar e investigar acerca de lo que nos inquieta y lo que nos cause duda, para así poder superar algún día al maestro que nos esta enseñando.
ResponderEliminarEn conclusión es irrisorio lo que el docente esta cometiendo por que desacredita a los verdaderos maestros que nos dejan algo en la vida, pero también nos muestra que la mediocridad de nosotros como estudiantes al no querernos superar cada día, es un problema en el que nos carcome en el transcurso de este tiempo.
JB
El Cordial saludo, mi nombre es Alfredo Revollo y soy estudiante de ingenieria de sistemas de la Universidad Nacional De Colombia y siemrpe he sido mas de numeros y ecuaciones. por eso le parecerá raro que un desconocido y estudiante de ámbito le escriba.
ResponderEliminarEn primer lugar, escribo porque soy un recalcitrante adicto a la lectura, y defiendo el valor de los grandes autores de la literatura de todos los generos. Porque hay libros de libros y no cualquier libro es equivalente al conocimiento. Una cosa es leer un libro, y otra muy diferente es leer un autor; sus obras, un genero litarario, en fin.
Pero tambien considero los medios que tenemos ahora para el aprendizaje, como este, en eso estamos de acuerdo. En lo que no estoy de acuerdo es en poner al mismo nivel "Twitter" con una gran novela periodistica de Truman Capote como lo es "A sangre fria".
Obviamente, mi opinion y critica la hago desde el punto de vista de lector.
Estoy totalmente de acuerdo con usted en cuanto al compromiso de los docentes con enseñar a los estudiantes. Los profesores tienen la obligación ética y moral de hacer entender a los alumnos un tema. no importa cuantas veces se repita, pero ante todo con el mayor respeto y deseo de enseñar.
Pero rechazo y lucho en contra de la indiferencia directiva y ejecutiva de las universidades en este tema.
En cuanto al tema social citado, me reservo los comentarios.
Me parece excelente que este debate se de para el beneficio de todos.
Gracias
Me preocupa la "rebeldía" desaforada de las "generaciones 2.0". La Rebeldía sin criterio, altruismo y metas de autosuperación humana claras, mas bien renuencia, solo les produce letargia en el desarrollo de sus capacidades y competencias. HORA DE DESPERTAR!
ResponderEliminarNiña tonta, su carta solo aviva el ardor de su herida. No por ira (no es lo mismo que indignación) puede sacar de contexto las palabras del profesor, lo que usted hizo es lo que popularmente llamamos RABONADA.
ResponderEliminarPor personas como ud. Victoria Tobar es que hay profesores que se rinden y se vuelven "malos". Ud. no tiene la edad ni la madurez suficiente para entender lo que dice el profesor, en unos años cuando ud. sea una adulta de verdad y haya vivido más entenderá perfectamente y se avergonzará de ud. misma. Ud. olvidó que, si es que sabía, hay algo que se llama motivación intrínseca y el profesor no puede hacer eso por ud. Ud. pertenece a una nueva generación de incapaces que quieren que les hagan todo y que son buenísimos en echarle la culpa a alguien al que sea de sus incompetencias y sus culpas y por eso la compadezco.
ResponderEliminarVictoria, muy probablemente esta nota pasará desapercibida. Sin embargo, no puedo dejar pasar su vano atrevimiento. Está muy bien que se abra el debate en cuanto a la carta del profesor Jiménez. Sin embargo, sus así llamados argumentos demuestran el peso de las aseveraciones de este señor: Falta profundidad en el análisis, es un texto en el que el afán por mostrarse se encuentra en todo momento, carece de una redacción adecuada,... Afortunadamente el corrector de muchos procesadores de texto no permitió que hubiera errores importantes de ortografía. Pero es cierto: ¿Cómo esperan comunicar a la sociedad una generación de jóvenes (en la que me incluyo con mis 27 años de edad) que carecen de fuerza al trasmitir ideas?, que carecen de análisis (por que qué fácil hizo la vida Wikipedia, y el rincón del vago, y.. y muchísimos más). Victoria, gracias por abrir la discusión, pero esta es la puerta equivocda.
ResponderEliminar@fried_cesar
Victoria, desde el primer día, les digo a mis estudiantes que la asistencia a clases hace parte de la garantía para pasar el curso, que es redacción periodística; es decir, el compromiso del estudiante es asistir a clases y el mío, transmitir unos conocimientos, que, como bien lo dice un forista, no adquirí por ósmosis. Ahora, entre la asistencia del estudiante y la enseñanza que me corresponde impartirle, hay un mediador: la disposición, tanto mía para lo uno como del estudiante para lo otro.
ResponderEliminarEse primer día, hago una advertencia, que tiene que ver con el convencimiento mío de que no hay otra forma de aprender a escribir, que no sea leyendo y escribiendo. De manera que la advertencia es: aquí vamos a leer mucho y a escribir mucho durante el semestre. Esto de escribir mucho implica una enorme sobre carga por parte del profesor, pues debe calificar, semanalmente, una enorme cantidad de textos.
Viene, entonces, algo que quiero que se tenga en cuenta en este debate: los cursos de redacción no deben ser superiores a 25 estudiantes. Creo que ese es uno de los problemas surgidos en el curso del profesor Carlos Jiménez: tenía 30 estudiantes.
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ResponderEliminarVictoria, me parece válido el reclamo e inteligente el propósito de su carta.
ResponderEliminarAdemás, me parecen acertadas algunas de sus afirmaciones.
Sin embargo, que mal escrita está su carta. Depronto algo de razón le asiste al (ex) Prof. Jiménez.
Con respecto a la carta del catedrático Camilo Jiménez
ResponderEliminarLa carta del catedrático de la Universidad Javeriana Camilo Jiménez aunque resulta desacertada en muchos aspectos y bastante controversial toca un aspecto que es de vital importancia, el de la calidad de la educación que se imparte y que se recibe. En este escenario de calidad, por lo menos a nivel del aula de clase, hay dos actores principales, el docente y el estudiante y de la interacción de estos finalmente se obtienen resultados que se pueden calificar como una educación de buena, aceptable o mala calidad. El catedrático sustenta su renuncia es una especie de frustración por no poder lograr enseñar a sus alumnos lo que se propone, no queda claro si abordando una metodología o agotando muchas. Este sentido de frustración es algo que nos acompaña a los docentes en mucha ocasiones y que a veces se torna casi cotidiano, nos proponemos al iniciar cada curso unos objetivos de formación, que son muy ambiciosos, y así debe ser, luego establecemos unas metodologías que nos permitan cumplir con esos objetivos, por supuesto usando como objeto de ellas al estudiante. El objeto, es decir el estudiante es muy heterogéneo en todo, su lugar de origen, su nivel económico, su situación familiar, su historia de escolaridad, solo por citar algunas cosas y sobre esta heterogeneidad tenemos que trabajar siempre. El reto del docente es poder formar en diferentes aspectos a estos estudiantes y al final del curso respirar con tranquilidad y decir: todos aprendieron, todos lo lograron. Pero esto no es así de fácil, hay muchas obstáculos para llegar a este final feliz y algunos están relacionados con el sistema socio-político en el que vivimos. No podemos decir como Camilo Jaramillo que los que toman aguadepanela y comen arroz con huevo son incapaces de acceder al conocimiento, pero sí que desafortunadamente en un sistema donde la educación de calidad se ha vuelto una mercancía y por tanto un privilegio de quien puede pagarla, muchachos con mucho potencial no reciben una formación adecuada en los niveles básicos de primaria y secundaria. El encontrarnos con esa frustración de no poder cumplir con los objetivos que nos propusimos es algo que perturba pero en un escenario de dos actores es necesario determinar que nivel de responsabilidad tiene cada uno en los resultados obtenidos. En mi ejercicio docente he sentido esa frustración, que muchas veces es desalentadora , y siempre lo primero que me pregunto es si lo estoy haciendo bien, si las aproximaciones que uso son las adecuadas o si estoy exigiendo demasiado. La mayoría de las veces esta frustración ha resultado pasajera, luego de evaluar un examen, una presentación, pero luego al final del curso el balance siempre ha sido positivo: la mayoría de los estudiantes llegan al nivel de formación propuesto, no todos de la misma forma, ya que cada uno es único, pero eso valida el tipo de interacción que se generó, esa interacción que retroalimenta a las partes y que es necesario establecer y sin la cual no se puede completar ningún proceso de formación. El docente debe ser capaz de interactuar con sus estudiantes, no puede verlos desde fuera, ajenos a él, no puede rendirse en su labor de formador, tiene que apelar a todo. En este sentido el análisis de Camilo Jaramillo parece unilateral, no se involucra en el resultado que obtuvo, no pretende adaptar sus metodologías a los “nativos digitales” como él los llama, no se reta como docente. Creo que la Carta de la estudiante Victoria Tobar, publicada hoy en el tiempo, debe hacernos reflexionar acerca del grado de responsabilidad que tenemos en el proceso de formación de nuestros estudiantes ya que ellos, como lo hizo victoria también pueden hacer cuentas de cuantos profesores han pasado por su vida desapercibidamente , sin enseñarles nada y cuantos les han enseñado algo o por lo menos han hecho el esfuerzo.
L.P. Moreno F.
Profesora
Facultad de Agronomía
Universidad Nacional de Colombia
Resulta simpática la controversia en tanto el debate no llegue a un espacio político, mientras será apenas la comidila de una estudiante indignada por unas cuantas verdades que le dice un exprofesor desesperado. Como se ha mencionado por fragmentos el asunto es estructural y como estamos actualmente es imposible e ingenuo, y hasta cómico, esperar que 25 profesores afecten realmente las inquietudes de una estudiante como que 25 estudiantes estén abiertos a lo que afecta al profesor. Cosa curiosa, Estanislao Zuleta, para los estudiantes que alcanzaron a asistir a la lección, analiza el tema con mayor sensatez que la de las dos cartas, la triste del profesor y la de la ingenua e indignada estudiante, en el texto: Colombia, educación y democracia. Así se tomará un poco de conciencia en qué es lo que nos afecta. Y a manera de posdata: Sería interesante saber cuántos de esos estudiantes de la Javeriana, incluyendo los que fácilmente escriben en este blog, apoyaron las marchas estudiantiles este año, fueron a los debates de la MANE, son líderes preocupados por este país, no les interesa simplemente buscar trabajo o para ser menos duros: cuáles se indignan y hacen algo para evitar esos esperpentos de medios de comunicación que lanzan noticias en este país y quienes nunca esperan ser burócratas comunicadores o trabajadores de esos adefesios de noticieros de Caracol y RCN. Las preguntas pueden seguir: a quienes admiran: a Vicky Dávila o a Daniel Coronel, al presentador de turno o a Hollman Morris; ¿conocen a Ryszard Kapuściński?. Ojalá la estudiante Victoria Tovar y el profesor Camilo Jiménes asistan el próximo año a las mesas de discución de la nueva ley de educación para que hagan algo más que escribir sus graciosas cartas.
ResponderEliminarYo quisiera escribir como Victoria Tobar.
ResponderEliminarYo no quisiera escribir como ella. Ahí está el problema que quizás intuye el profesor: la prepotencia de los estudiantes. La cata de ella parece muy coherente y argumentada pero tiene muchas ligerezas e ingenuidades. como la del profesor.
ResponderEliminarTanto el profesor Camilo Jiménez, como la estudiante Victoria Tobar son las dos caras de una misma moneda y el uno como la otra no han hecho más que poner de manifiesto una problemática en la formación de ciudadanos que van a construir el país, en la cual la educación y no solo en Colombia, se deja en manos de instituciones que administran vendedores de servicios y compradores de éstos, sin que medie en esa administración lo moral y lo ético, donde el docente lo convierten en un vendedor de ilusiones y el estudiante en el comprador de éstas.
ResponderEliminarLos nuevos medios han cambiado el mundo y uno como docente y como ser humano, debe asumir el reto, introducirse en ellos, aprender sus lenguajes, no ser refractario a los cambios y utilizarlos, estableciéndo con ellos las relaciones que imponen nuevas reglas de juego, como en el caso del juego CAUCUS en ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, donde a cada paso se reinventan las reglas, así es el mundo y más el de hoy.
No nos olvidemos que la historia de la humanidad está llena de ejemplos de genios, inventores, hombres y mujeres illustres que cambiaron el mundo y la historia, y además fueron malos estudiantes, muchos de ellos expulsados o renunciaron a la formación académica paralizante y con ello no estoy invitando ni a ser malos estudiantes, irresponsables con sus obligaciones y propósitos, ni tampoco a desertar de la universidad.
Considero que todos estamos expuestos a criticas y que es humano, pero también de total inmadurez rechazar el criticismo.
ResponderEliminarPara Victoria: creo tienes todo el derecho de expressar tus opiniones, pero esta carta, que demuestra mas la expression de una emoción que de un debate, no ayuda en nada a valorarte como estudiante de Comunicación social. Definitivamente fallaste en el intento
Qué tristeza. Aparece un blog de unos pinches estudiantes indiganados por la renuncia de un profesosr con mas o menos razonables argumentos. Eso habla de la mediocridad de los estudiantes y le da la razón al profesor Camilo Jiménez por encima de las protestas de esa muchacha Victoria. Ese clan de estudiantes debería esar indignado por la desigualdad de este país, por las penas irrisorias que reciben los condenados, por el sistema de salud precario (aunque como la mayoría de la Javeriana debe tener prepagada nada deben saber de eso), por el robo descarado del patrimonio público que es al fin y al cabo el de todos, por un conflicto armado sin fin... Bueno, ahí está la mediocridad de los estudiantes a quienes les queda fácil escribir cartas o comentarios en un blog pero que esperan graduarse sin impartarles lo que a los demás les pase, simplemente esperan afirmar su ego.
ResponderEliminarSobre el segundo párrafo de Victoria.
ResponderEliminar"En primera instancia -y haciendo referencia al segundo párrafo- me parece que su argumento, básicamente, es que sus estudiantes deberían saber escribir un resumen decente porque vienen de familias bien, comen bien, y estudiaron en colegios bien. En ese orden de ideas, si bien entiendo, tomar aguadepanela, comer huevito con arroz, tener un papá carpintero o celador, y no haber salido nunca del país, son condiciones de la existencia que atrofian el cerebro, la capacidad de análisis y la actitud crítica."
Victoria dice "en ese orden de ideas" y pasa de P->Q (ser niño bien implica que debería pensar y escribir bien) a ~P -> ~Q (no ser niño bien implica no pensar y escribir bien). Suficiente para no leer el resto de la carta.
Hola Victoria. Discrepo contigo. Me da la impresión de que adoptas una cierta actitud de defensa corporativa de los estudiantes. Yo acabo de terminar antropología en Lima, y me he llevado una pésima impresión de la mayoría de mis compañeros (en el aspecto académico). Muchas de las cosas que dice el profesor Jiménez aplicarían para ellos. Por lo que leí en la carta de este profesor, él esperaba que sus estudiantes hicieran cosas que debieron haber aprendido en la escuela primaria. Sí me parece que hay una cuestión generacional derivada de una situación nueva. Los "nativos digitales" son quizás mucho más hábilies que sus padres para ciertas cosas, pero en otras (como esto de escribir apropiadamente, la capacidad de análisis y síntesis, y así) yo también percibo una diferencia enorme con la generación previa. Desde luego, no se puede generalizar. Cuando he sido asistente de cátedra en mi universidad, he sentido cosas muy parecidas a las que describe el profesor Jiménez. Me llevé la impresión de que un pequeño resumen bien estructurado era una tarea titánica para los estudiantes más jóvenes. Estas cosas las hacíamos en la escuela, a los 12 años, sin mayor problema.
ResponderEliminarSaludos,
César R. Nureña
32 años
Lima, Perú
Te falta nobleza.
ResponderEliminarUn gran escritor lo es.
Escribes con ofensas personales.
ResponderEliminarUn buen escritor no lo hace.
Lanzas mierda y te lavas las manos.
ResponderEliminarUn periodista todo el tiempo lo hace.
En resumen.
ResponderEliminarSerás una buena periodista, nunca serás escritora.
Como estudiante de la Universidad del Valle, como profesor de varios institutos y Universidades de Cali, vivencié la mediocridad de parte y parte. Sería bueno que un centro de consultoría realizace una investigacion A FONDO marcando los porcentajes de calidad y creo que no se llegase a un quince porciento. (15%). Pero la calidad tambien depende del sistema, valga decir, las diferencias sociales y los salarios de los maestros en nuestro Pais, y con esto no quiere decir que este incursionando en el discurso mamerto que tanta apatia me causaba.
ResponderEliminarYo enseñaba porque me gustaba, me encantaba que los muchachos aprendieran y ojalà llegasen a ser mejores que el suscrito y eso me llena el alma. Entiendo al profesor cuando dice que le duele renunciar, esa es una etapa que no quisiese repetir.
La desigualdad social hace que una persona mejor alimentada pueda rendir mejor que una que no lo está y a eso hace alusion el profesor Jimenez y no se esta metiendo con los que tuvimos padres carpinteros y ademas ejercimos de jovenes esa profesion. No, simplemente esta haciendo referencia a que sus alumnos llegan con el estomago lleno y muy bien alimentados, y no hay excusa para no rendir, y no como lo mal interpreta la señorita Victoria.
Me encantó apartes de su carta, aunque peca por desconocimiento y es otro exprofesor, RICHARD TAMAYO, ( http://alfinvictoria.blogspot.com/2011/12/carta-victoria-tobar.html ) quien muestra sus desaciertos. Este profesor nos indica como los salarios, incluidos los de la Javeriana, no son dignos para viivr, y como en un Diciembre los premiaron con unos "pocillos".
Hoy por hoy, a quien le interesa que el pueblo aprenda y salga adelante? Son los estudiantes los que deben reclamar sus derechos y lograr una educacion digna y de calidad. Me quito el sombrero con el movimiento estudiantil que fue capaz de echar por tierra la reforma a la Educacion, aunque critico la violencia que emplearon en algunos casos.
Solo me resta decir que el profesor Jimenez peca al desconocer las bondades del internet y que deberían ser todos los estudiantes los que muestren su indignacion, pero desafortunadamente ella està en ese quince porciento al que hago referencia al inicio del escrito y por ello es tan tenue la indignacion.
JHON JAIRO SEPULVEDA SALAZAR
Psicologo.
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ResponderEliminarYo me presenté hace ya 8 años a la "Ponti" y no pasé la entrevista, dijeron quienes calificaron que: "tenía lecturas anteriores que no me permitían ser educado con el perfil para ser literato". He comido arroz, huevo, agua de panela, camarones, trufas, tamales y demás caldos y alcoholes como Mallarmé, pero no me da la cabeza para entender la confusión que tienen los educadores. ¿En qué quedamos "maestros"?
ResponderEliminarpues ninia tonta, a tus 20 anios, crees que el salon de clase es algo parecido a un circo en el que el profesor se para a motivar a los estudiantes. Pero ademas, el argumento del dinero,que resulta por demas debil, sobre todo depues del tremendo escandalo de los estuidantes ante la ley 30. (pd.:teclado en ingles)
ResponderEliminarCuando sea educador y tenga que pararse frente a 50 cabezas que piensan todas diferentes, esperando caerle al maestro encima porque los estudiantes creen que los maestros son perfectos
ResponderEliminarLa carta de la estudiante no hace sino comprobar la queja del profesor.
ResponderEliminarQué hubiera pasado si no se publica la carta de renuncia? indirectamente tuvo un efecto de debate por una carta contestaria, y unos comentarios de diversos matices; bien por la discusión que ha tenido lugar, pero igual hasta aquí llegamos y no pasamos a nada más. Otras líneas para las redes...
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